viernes, 30 de octubre de 2020

Como Valencia o Barcelona, para recoger el cargamento de naranjas

«Pero dejamos Gibraltar a nuestra espalda, luego Mallorca, después Córcega, y finalmente descargamos nuestro carbón en la antigua Civitavecchia, el más lóbrego de todos los puertos italianos, donde Miguel Ángel había sido durante un tiempo arquitecto municipal con encargo de fortificar el puerto, y donde Henry Beyle había pasado tantos años de cónsul de Francia, publicando sus reflexiones bajo el seudónimo de «Stendhal». Él y Miguel Ángel me distrajeron durante algún tiempo, pero aunque con frecuencia, con permiso del capitán del barco, me iba de viaje por Italia, seguía recordando aquellos dos vislumbres de España y añoraba el día en que nuestro barco vacío zarparía hacia algún puerto importante, como Valencia o Barcelona, para recoger el cargamento de naranjas. Me imaginaba bajando a tierra para ver con mis propios ojos la grandeza que estaba seguro existía en esa tierra adusta. El capitán de mi barco no estaba seguro de a qué puerto iríamos, pero confiaba que la oficina de Glasgow se lo comunicaría cuando llegásemos a Mallorca».


Iberia

James A. Michener

 
 Puerto de Valencia. Carros que transportaban naranjas hasta el muelle donde se movían a las gabarras y a los vapores

Memoria gráfica de Valencia. Levante-EMV

Subida por Alberto Alos a VAHG

miércoles, 28 de octubre de 2020

Pensó en la monja que le atendió en el hospital

«Gus permanecía en silencio, pálido, con la mente a muchos kilómetros de distancia. 

Pensó en la monja que le atendió en el hospital, en su padre cuando desaparecía en el gallinero de la casucha de su pueblo, en José María Verduch y su peep show y en aquella chica, ¿cómo se llamaba?, que le inició en las artes amatorias. Pensó y repensó en su desgraciada existencia. ¿Qué habría sido de él si hubiese tomado otro camino? El cañón del arma de Esquemas presionó su mejilla izquierda. 

El metal frío le revolvió las entrañas».

La gallera

Ramón Palomar

 
Hospital Sanjurjo
 
Todocolección

lunes, 26 de octubre de 2020

Me dijo que tenía que ir a pinchar a Barraca

«Terminé la temporada y me fui a Inglaterra con Linda, que es de allí. Al cabo de unos cuatro meses, un poco antes de Fallas, nos fuimos a Holanda. Luego, a finales de marzo, nos vinimos a Valencia y me encontré al dueño de Barraca, que era amigo mío y vivía cerca de Castellar. Me dijo que tenía que ir a pinchar a Barraca porque el disc-jockey se había quedado colgado en Sevilla por culpa de un accidente. Y allí me fui».

Reseña biográfica de Juan Santamaría (extracto)

¡Bacalao!
 
Luis Costa Plans

 
Barraca en sus comienzos
 
Les Palmeres. Sueca
 
 thebasementxxx.com

sábado, 24 de octubre de 2020

Vivía en el barrio de Nazaret

«La culigorda meretriz Agatha abrió furtiva y ladina la puerta de su casa. Vivía en el barrio de Nazaret y su edificio oscuro, verdadera escombrera de sarro, lindaba con un cuartel abandonado de la Guardia Civil, ahora reciclado en paraíso de esporádicos yonkarras. 

Ni la furcia ni el pasma escucharon ruidos más allá de un tamizado, repetitivo ronquido. Eran las seis de la mañana y Gusano dormía en su habitación. La culigorda señaló con un dedo acusica la puerta que separaba el madero de su presa. De un gesto, éste la mandó refugiarse en el ingrato salón que se adivinaba al fondo».

La gallera

Ramón Palomar

 
Nazaret
 
http://maritimodevalencia.blogspot.com/2017/11/un-tranvia-nazaret.html 

jueves, 22 de octubre de 2020

Yo lo conocí en la discoteca Oggi

«A Juan Santamaría yo lo conocí en la discoteca Oggi. Él ya era un icono en Valencia, porque Juan Santamaría, aparte de ser un gran amigo y una gran persona, ha sido siempre un referente para todos los disc-jockeys valencianos. Lo que Juan Santamaría ha hecho por la música en Valencia no lo ha hecho cualquiera: desde producir a grupos como Radio Futura a tener una tienda de discos tan importante en Valencia como fue Zic Zac».

Reseña biográfica de Quique Serrano (extracto)

¡Bacalao!

Luis Costa Plans

 


De la publicación 
 
 
Actual aspecto de Oggi, en Maestro Gozalbo 20

Valencia Plaza

 


martes, 20 de octubre de 2020

De la siempre congestionada avenida del Cid

«En la otra bocacalle rugía la chatarra rodante de la siempre congestionada avenida del Cid. No más de tres minutos había durado la requisa. Circuló sin prisa. Al llegar junto a la altura del bajo del Chino todo rezumaba calma. 

Pasó de largo sin acelerar».

La gallera

Ramón Palomar

 
Avenida del Cid
 
Todocolección

domingo, 18 de octubre de 2020

Y ya me quedé en Dreams Village

«Entonces, ahí empecé a conocer más música. Él me metió en Dreams [Village]. Después de Mykonos hizo un recorrido por varias discotecas, se metió en Dreams para inaugurarlo y se quedó allí un par de años. Un día me dijo, «oye, que llevo dos años sin hacer vacaciones. ¿Me quieres sustituir?». Y ya me quedé en Dreams Village».

Reseña biográfica de Fran Lenaers (extracto)

¡Bacalao!

Luis Costa Plans
 
 
 
Dream's Village el día de su inauguración. Pinedo
 
 http://sonidoypensamiento.blogspot.com/2013/12/

viernes, 16 de octubre de 2020

Se la llevó el agua durante la riada del 57, creo

«A tres o cuatro metros sobre el cauce, a la izquierda, se veían los restos de muros de viviendas y, más allá, ruinas de arcos y columnas. 


—¿Y aquello, sargento? —le preguntó al suboficial al mando del puesto mientras señalaba los esqueletos de ladrillos y mortero. 

—La presa vieja, mi brigada —contestó el agente—. Se la llevó el agua durante la riada del 57, creo.

Eso es lo que queda. En verano, los críos vienen aquí a lanzarse al agua desde ahí arriba y, de milagro, nunca ha pasado nada».

El silencio del pantano
 
Juanjo Braulio
 
 
Damnificados por la riada

Especial Las Provincias

Subida por Ramón Sánchez Castelló a VAHG


miércoles, 14 de octubre de 2020

Teníamos un río, ahora somos parte de él

«Yo le tenía miedo a la oscuridad,
hasta que las noches se hicieron largas y sin luz.

Yo no resistía el frío fácilmente,
hasta que aprendí a subsistir en ese estado.

Yo le tenía miedo a los muertos,
hasta que tuve que dormir en el cementerio.

Más aún, yo le tenía miedo al espanto,
hasta que tuve que dormir en el crematorio.

Yo sentía rechazo por los rosarinos y por los porteños,
hasta que me dieron abrigo y alimento.

Yo sentía rechazo por los judíos,
hasta que le dieron medicamentos a mis hijos.

Yo lucía vanidoso mi pullover nuevo,
hasta que se lo di a un niño con hipotermia.

Yo elegía cuidadosamente mi comida,
hasta que tuve hambre.

Yo desconfiaba de la tez cobriza,
hasta que un brazo fuerte me sacó del agua.

Yo creía haber visto muchas cosas,
hasta que vi a mi pueblo deambulando sin rumbo por las calles.

Yo no quería al perro de mi vecino,
hasta que aquella noche lo sentí llorar hasta ahogarse.

Yo no me acordaba de los ancianos,
hasta que tuve que participar en los rescates.

Yo no sabía cocinar,
hasta que tuve frente a mí una olla con arroz y niños con hambre.

Yo creía que mi casa era más importante que las otras,
hasta que todas quedaron cubiertas por las aguas.

Yo estaba orgulloso de mi nombre y apellido,
hasta que todos nos transformamos en seres anónimos.

Yo casi no escuchaba radio,
hasta que fue la que mantuvo viva mi energía.

Yo criticaba a los bulliciosos estudiantes,
hasta que de a cientos me tendieron sus manos solidarias.

Yo estaba bastante seguro de cómo serían mis próximos años,
pero ahora ya no tanto.

Yo vivía en una comunidad con una clase política,
pero ahora espero que se la haya llevado la corriente.

Yo no recordaba el nombre de todas las provincias,
pero ahora las tengo a todas en mi corazón.

Yo no tenía buena memoria,
tal vez por eso ahora no recuerde a todos,
pero tendré igual lo que me queda de vida para agradecer a todos.

Yo no te conocía,
ahora eres mi hermano.

Teníamos un río,
ahora somos parte de él.

Es la mañana.

Ya salió el sol y no hace tanto frío.

Gracias a Díos.

Vamos a empezar de nuevo».

Empezar de nuevo

Carlos Guillermo Garibay

 
Mercado de Nazaret. Riada de octubre de 1957
 
Especial Las Provincias 

lunes, 12 de octubre de 2020

Los edificios se venían abajo inclinándose a tierra

«He vuelto a Alzira
entre el trueno que retumba en mi oído
y la lluvia que azota mis hombros,
como un ave paralizada por las aguas
cuyos polluelos están en el nido, atormentados,
viendo cómo se derrumban los muros
bajo el peso continuo de las nubes.

El mar de la riada,
oleadas de barro;
el cielo, generoso en lágrimas;
los edificios, resquebrajados,
humillados como cautivos
ante el tirano.

Los edificios se venían abajo
inclinándose a tierra
como lo harían las comisiones
delante de los reyes.
Se diría que imitaban
a los fieles en oración».
 
Ibn Jayafa
 
 
Edificios destruídos en el Marítimo
 
Especial Las Provincias

sábado, 10 de octubre de 2020

Justo en el cruce de la avenida del Cid

«Ese miércoles estaba a punto. Había escogido el momento tras estudiar a conciencia el trayecto. Justo en el cruce de la avenida del Cid que desembocaba en la calle del Dos de Mayo había un semáforo. Pasadas las 21.30, rara vez un peatón deambulaba por allí. 

La calle era estrecha, poco transitada. Predominaba en las edificaciones el modelo de un bajo y una vivienda en la planta superior. Arquitectura sublime de horror periférico que confunde la miseria con el minimalismo. A esas horas los pocos vecinos que allí moraban cenaban con el hocico frente al televisor de anestesia reparadora. Si tenía suerte y el semáforo emitía su destello rojo, Gus le embestiría por detrás. Si estaba en verde también aceleraría para embestirle; sería un inconveniente, pero lo haría».

La gallera

Ramón Palomar

 
Avenida del Cid 
 
VAHG

jueves, 8 de octubre de 2020

Pero ese día lo más dulce de Valencia era el sol de otoño

«Era un 9 de octubre, festividad de San Donís, patrón de los pasteleros. Ese día se celebraba en Valencia la tradición de la mocadorada: los enamorados se obsequiaban con un pañuelo repleto de dulces, frutos secos y peladillas. Los novios ricos solían anudar el pañuelo con una pulsera o una sortija de valor pero ese día en que llegué a Valencia yo no tenía a nadie a quien dar un caramelo.



En cambio a la esposa del Caudillo en el ayuntamiento le acababan de regalar un mantón de Manila lleno de golosinas y alhajas selectas en un acto oficial que estaba retransmitiendo con voz muy redonda el locutor de Radio Alerta: en este momento el excelentísimo señor alcalde en el salón de columnas hace ofrenda a la doña Carmen de un riquísimo mantón de Manila bordado a mano que rebosa de todo lo más dulce que se fabrica en la hermosa ciudad de Valencia, queridos radioyentes, con todo el surtido de turrones los valencianos ofrendamos a la señora también nuestro corazón agradecido.


Entrada de Franco a la provincia de Valencia. 1954

Luis Vidal

Levante EMV

Mientras el locutor llenaba de azúcar las ondas del espacio yo iba con la maleta en la mano por la calle Pascual y Genís, y allí había una pastelería llamada Nestares que tenía en el escaparate la imagen de Franco fabricada con frutas confitadas, cerezas, higos, orejones, albaricoques, melocotones, junto al escudo de España y la bandera nacional hecha con pasteles y repostería fina.


Calle Pascual y Genís

Principios del XX

Todocolección


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Muy cerca del cine Suizo, en la plaza del Caudillo, la pastelería Rívoli también exhibía la figura de Franco confeccionada a base de almendras garrapiñadas.


Plaza del Caudillo

Subida por Miguel López. a VAHG

La Rosa de Jericó, en la calle de la Paz, había montado un motivo patriótico con un arreglo de trufas típicas de la casa y en Noel se podía ver un gran retrato del Vigía de Occidente que hacía sonreír el bigotito entre las columnas de Hércules en chocolate con un letrero de merengue que decía: Plus Ultra.


Obrador de "La Rosa de Jericó"

https://www.facebook.com/LA-ROSA-DE-JERIC%C3%93-pasteler%C3%ADa-320342931333023/?fref=ts


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Pero ese día lo más dulce de Valencia era el sol de otoño.»

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent

martes, 6 de octubre de 2020

Ha arribat l'hora de ser lliures i ser valencians

«Valencians, prou de temps s'alluntarem
oblidant-nos de que erem germans,
ajuntem-nos que ya ha arribat l'hora
de ser lliures i ser valencians.

Ya sobre els camps d'Iberia
per tot arreu esclaten
les flors que son el símbol
de patria i llibertat,
i mentres atres cullen els fruits de la victoria
el poble de Valencia no deu d'estar parat.

Valencians, defengam nostra terra
contra lladres, bochins i tirans,
ajuntem-nos que ya ha arribat l'hora
de ser dignes de ser valencians.

Agraïm l'amor pur de Valencia
que nos vol vore units i germans
i els fills nostres diran recordant-nos
que son dignes de ser valencians.

Junt a la mar blavosa i al cim de la montanya
la voluntat del poble nos ha posat un niu
de front a l'aire lliure el nostre pit s'eixampla
i al bes del sol que abrasa nostre cor hui reviu.

Valencians, defengam nostra terra
contra lladres, bochins i tirans
ajuntem-nos que ya ha arribat l'hora
de ser dignes de ser valencians.»

Cançó de lluita. 1920

Maximilià Thous Llorens

 
Nou d'octubre

domingo, 4 de octubre de 2020

¡Per honor i dignitat! ¡Per la santa llibertat!

«¡Vent de Ponent!...

¡Vent de Ponent!...

Llauradors, nòstra tèrra perilla;
Germanats l'amor sant defensem;
Vil extrany magansés nos humilla...
¡Valenciáns, per la Patria breguem!

¡Defensem la nòstra casa,
gèni i llengua, sang i rassa!
¡Per honor i dignitat!
¡Per la santa llibertat!

Vent de Ponent marsix la collita.
Vent de Ponent lo còr debilita
i el nafra i el crema gelat o brussent...
¡Vent de Ponent!
¡Vent de Ponent!

¡Pòble meu, pòble meu, qui t'ha vist
Fòrt gotjós... i ara débil i trist!....
Dones flòrs i te tornen espines.
Trevallant, trevallant t'arroínes.
Fores l'alba llevantina;
teua fon la mar llatina;
escampá ta glòria el vent...
¡i ara esclau d'un fòrt Ponent!.

Vent de Ponent marsix la collita.
Vent de Ponent lo còr debilita
i el nafra i el crema gelat o brussent...
¡Vent de Ponent!
¡Vent de Ponent!

Rompa fòrt nòstre clam, colliters;
Del cultiu detingam els quefers:
El Ponent malait tot ho arrassa,
I els vèrts camps i la sang nos abrassa
¡Alcem murs , alcem rasers
protectors de nòstra casa...
i refresque nòstra llar
l'alenada de la mar!...

Vent de Ponent marsix la collita,
Vent de Ponent lo còr debilita
i el nafra i el crema gelat o brussent...
¡Vent de Ponent!
¡Vent de Ponent!».

Himne valencianiste. 1915

Lluís Cebrian Ibor

 
Nou d'octubre. 1977
 
Actual plaza del Ayuntamiento 
 
Cortesía de José Navarro Escrich 

 

viernes, 2 de octubre de 2020

En la zona de Cánovas estaba el pub Mykonos

«En la zona de Cánovas estaba el pub Mykonos, donde pinchaba Toni [Garrido], que estaba viviendo en Londres y se lo trajeron aquí de disc-jockey. Él estuvo primero pinchando en Ibiza, luego se fue a Londres, y de allí se vino a Valencia. Vivió de pequeño en Ibiza y de joven se venía de fiesta a Benidorm, te lo cuenta él mismo. Él tenía un bar allí y lo que hacía es que les daba de comer a los marineros gratis para que lo trajeran aquí en barco. Se quedaba un par de días en Benidorm y luego se volvía con ellos. Ponía muy buena música porque, como había estado viviendo en Londres, y en Ibiza en la época hippy y todo eso, tenía muy buena música. También había estado por Suecia, tenía influencias muy diversas y traía música que no conocías».

Reseña biográfica de Fran Lenaers (extracto)

¡Bacalao!

Luis Costa Plans
 

 
 
Plaza Cánovas
 
Subida por Juan David Forner a VAHG