«Estaban frente el Palau de la Música. Un Palau que brillaba con luz propia, gracias a su bóveda acristalada, sostenida por diez robustas columnas y situado en pleno Jardín del Turia. La inmensa fuente a sus pies lucía como un mágico espejo. Las dos muchachas se quedaron maravilladas ante tal visión. Una dulce música se balanceaba en el ambiente al mismo tiempo que los chorros de agua bailaban a su son, acompañados de variadas luces de colores».
Las doce llaves
María Villamayor
VAHG
Todocolección