que mis palabras mueren
en un rumor de besos sin descanso!
¡Y tanto todavía que mis manos
no te hallan al tocarte!
¡Tanto y tan sin descanso,
que fluyo, y fluyo, y fluyo,
y es solamente llanto!»
Apasionadamente
Gabriel Celaya
María vestida de labradora valenciana. 1905
Joaquín Sorolla