«Un anochecer, hubo un gran revuelo, pues en el cielo, mirando al norte, apareció una aurora boreal, que con sus voluptuosas ondulaciones nos mostraba su extraordinaria belleza, sus bordes eran de un rojo intenso.
Rápidamente, cada uno hizo su comentario, algunos, los más agoreros, decían que era una terrible y sangrienta señal y que no traería nada bueno. Otro decía que Sagunto estaba ardiendo y otros iban más lejos, la que estaba ardiendo era Barcelona. Ni que decir tiene, que la lección del día siguiente en la escuela, giraba alrededor de la dichosa aurora boreal.
El profesor explicó que lo normal es que la luz de la aurora sea blanca, y su color rojo, era debido a la atmósfera cargada de la zona de Levante. Es como las puestas de sol, nos decía el maestro».
Vivencias de Juventud
Francisco Marcos Hernández
«El 25 de enero de 1938, en plena Guerra Civil española, se produjo esta aurora visible en toda España. De tonalidad rojiza, presentó su máximo entre las 20 h y las 3 horas de la madrugada siguiente.
El Mercantil Valenciano la describió así:
"Anoche minutos antes de las nueve, los transeúntes que circulaban por las calles de la ciudad, así como los vecinos de las barriadas extremas y pueblos cercanos, quedaron sorprendidos al descubrir en la bóveda celeste y en dirección norte un fuerte resplandor rojizo de gran intensidad lumínica. Aunque en principio las gentes creyeron que se trataba de un violento incendio, no tardaron en darse cuenta de que se trataba de un fenómeno meteorológico. Poco después se confirmó que el fenómeno era una aurora polar boreal. El fenómeno celeste duró poco más de una hora"».
Revista Valenciana de Estudios Históricos Vol.2 No 2 (2015)
Arturo Cervellera Moscardó
Aurora boreal sobre Valencia
Biblioteca Municipal de Valencia