jueves, 25 de abril de 2024

¿Desnuda? —preguntó la Piquer

«Un día su madre recibió un telegrama: tenía que volver a España porque una de sus dos hijas pequeñas, Carmen o Anitín, había enfermado de tifus. Conchita Piquer se quedó sola en Nueva York, con dieciséis años. 

Tenía un cuerpo espléndido que iba a ser ofrecido a los espectadores, de manera que el empresario del teatro le dijo que debía presentarse en el estudio del famoso fotógrafo mister Murray para una sesión de fotos publicitarias. 

—¿Desnuda? —preguntó la Piquer. 

—¿Algún inconveniente? —replicó el empresario.

—Ni el más mínimo.

La niña Piquer se llevó consigo un mantón de Manila y algunos atrezos de lencería de seda, ligueros y otros aditamentos del glamour. Era una chica desinhibida, con el descaro de una huertana ya sofisticada, así que cuando el fotógrafo le pidió que se desnudara, lo hizo con toda la naturalidad pero cubriendo sus partes íntimas solo con las manos, con una timidez e inseguridad en su justo grado. Lo de siempre. A ver, cúbrete con ese mantón, mira de frente, levanta la barbilla, así, muy bien y de repente saltaba un fogonazo de magnesio; a ver, ahora enseña las piernas y los pechos, mira a la cámara, así, muy bien, con un poco más de descaro, no abras tanto la boca, otro fogonazo de magnesio; joder, me molesta la sombra de tu nariz, a ver, mira hacia la derecha, un poco más, levanta la cara, otro fogonazo; esa nariz me mete una sombra que rompe la imagen, con lo guapa que eres, hay que joderse, esa nariz, a ver, túmbate en ese diván o mejor en la alfombra, sonríe, un poco más de picardía, quiero sacar la silueta de tu cuerpo, mírame, otro fogonazo, pero no acaba de gustarme, esa maldita nariz… Hasta que llegó un momento en que la niña Piquer se levantó, se puso en jarras con el mantón de Manila a los pies y le gritó al famoso fotógrafo Murray:

—Oiga, me pongo en porreta y usted no para de hablarme de mi nariz. ¿Qué pasa con mi nariz, eh? Aquí me tiene en pelota picada, que si se entera mi madre me mata, y resulta, joder, que a usted no le gusta mi nariz. 

—Tranquila, tranquila —exclamó el fotógrafo.

—Venga, termine de una vez con mi nariz».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Conchita Piquer


martes, 23 de abril de 2024

Hoja tras hoja, huele tu papel a elemento

«Libro
hermoso,
libro,
mínimo bosque,
hoja
tras hoja,
huele
tu papel
a elemento,
eres
matutino y nocturno,
cereal,
oceánico,
en tus antiguas páginas
cazadores de osos,
fogatas
cerca del Mississippi,
canoas
en las islas,
más tarde
caminos
y caminos,
revelaciones,
pueblos
insurgentes,

Rimbaud como un herido
pez sangriento
palpitando en el lodo,
y la hermosura
de la fraternidad,
piedra por piedra
sube el castillo humano,
dolores que entretejen
la firmeza,
acciones solidarias,
libro
oculto
de bolsillo
en bolsillo,
lámpara
clandestina,
estrella roja.

Nosotros
los poetas
caminantes
exploramos
el mundo,
en cada puerta
nos recibió la vida,
participamos
en la lucha terrestre.

¿Cuál fue nuestra victoria?
Un libro,
un libro lleno
de contactos humanos,
de camisas,
un libro
sin soledad, con hombres
y herramientas,
un libro
es la victoria.

Vive y cae
como todos los frutos,
no sólo tiene luz,
no sólo tiene
sombra,
se apaga,
se deshoja,
se pierde
entre las calles,
se desploma en la tierra.

Libro de poesía
de mañana,
otra vez
vuelve
a tener nieve o musgo
en tus páginas
para que las pisadas
o los ojos
vayan grabando
huellas:
de nuevo
descríbenos el mundo
los manantiales
entre la espesura,
las altas arboledas,
los planetas
polares,
y el hombre
en los caminos,
en los nuevos caminos,
avanzando
en la selva,
en el agua,
en el cielo,
en la desnuda soledad marina,
el hombre
descubriendo
los últimos secretos,
el hombre
regresando
con un libro,
el cazador de vuelta
con un libro,
el campesino arando
con un libro.»

Oda al libro

Pablo Neruda



Librería "La madrileña". Calle La Lonja

Cortesía de Juan Pérez Martínez

domingo, 21 de abril de 2024

Había una larga fachada de merenderos y casas de comidas

«En seguida oí las risas y la música que llegaban de la playa. Había una larga fachada de merenderos y casas de comidas con los nombres escritos en las paredes con grandes caracteres. La Pepica, Amparito, La Marcelina, L’Estimat, Casa Chimo. Las Carabelas, Juanet, La Perla, La Rosa, La Muñeca, La Paz, baños El Áncora».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Eugenia Viñes, Paseo de Neptuno e Isabel de Villena 

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?p=106339131

viernes, 19 de abril de 2024

La paella valenciana te molta fama en lo mon

«Es molt nomenada ahon sevòl per lo sustanciosa y bòna, y dasta els qu’están fets als guisados, cujapandes y çafarranjos estrangers, menjen que se les pèlen quant els presenten davant una paella guisada á la valenciana, en totes les salses, guilindaynes, pelendengues y requisits, lo mateix que s’atraquen qu’es un gust del such de parres que conté la bota, companyera inseparable d’eixes eixides al camp. Per lo regular l’arregla y la guisa un práctich ó mestre en l’ofici culinari, y allí es de vore l’aseo y l’habilitat que te en prepararla y còurela al ayre lliure, traentla sempre que canta de bòna. Pero á nosatros m’ho se fan les dent llargues y m’ho se torna la boca aygua no més de nomenar estes còses, y no podém pasar avant referint les peripècies que ocurrixen mentrimentres buyden la paella y la bota; acabém, puix, estos retalls y tiremo tot á rodar soltant esta cansó:

"La paella valenciana

te molta fama en lo mon,

y els valencians ahon están

acrediten lo que son".

Es dir, que ningú els jafa la guitarra en ser valents, esplèndits, inteligents, artistes consumáts, divertits, caritatíus, pero fumáts com el que més, y capaços á lo millor de tráureli á ú els budells en una furgá y enviarlo á l’atre barri.»

Tipos, modismes y còses rares y curioses de la tèrra del gè (1908)

Joaquim Martí Gadea



Carrer Font d'Encarròs

La Malva-Rosa

Fotografía de Juan Galán Miquel 

http://lamalva-rosaenblancinegre.blogspot.com.es/

miércoles, 17 de abril de 2024

Quiso que la invitara a una ración de caracoles en los Toneles

«Antes de llevarme a la cama, la China quiso que la invitara a una ración de caracoles en los Toneles».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Los Toneles

Subida por Pilar Martínez Olmos a VAHG

lunes, 15 de abril de 2024

Conchita hablaba inglés con todo el mundo, y en valenciano solo con su madre

«Así discurrieron los primeros dos años en Nueva York. Conchita hablaba inglés con todo el mundo, y en valenciano solo con su madre. El alma de artista la estaba curtiendo con el trabajo, mediante una voluntad férrea de llevarse el mundo por delante. «Oiga, usted a mí no me tose», parecía decir mirando con sus ojos negros altivos a cualquiera que se le enfrentara. Se arrancaba a la primera y remataba hasta el burladero, luego miraba a su interlocutor encampanada, desafiante, a ver qué pasa, aquí estoy yo, Concha Piquer, ¿pasa algo? Era lo que en Valencia se dice una chica arriscada. También desde niña apuntaba maneras de ser una mujer que no teme el riesgo en absoluto, de modo que muy pronto en su vida comenzó el folletín y sonaron en el aire los clarines que pusieron a la niña las ojeras moradas de sufrimiento».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Conchita Piquer

https://www.levante-emv.com/cultura/2020/12/13/american-dream-piquer-26238127.html

sábado, 13 de abril de 2024

El vaho fresco de las horchaterías

«Dentro del encanallamiento de las banderías políticas, de los crímenes pasionales y de la consabida gresca a garrotazos contra el rosario de la aurora, Valencia era una ciudad placentera del mediodía llena de sonidos de talleres y campanarios, laboriosa, eclesiástica, rebosante de casullas y uniformes militares, con hondos perfumes que salían de la profundidad de los comercios, el olor acre de las pañerías, el sabor a amoniaco de las droguerías, el vaho fresco de las horchaterías y el sonido de las ruedas de las tartanas que se abrían paso entre el gentío. Todo ese bagaje de la memoria —olores, sonidos, paisajes— se lo había llevado la niña Piquer a Nueva York».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Triant xufes

?

jueves, 11 de abril de 2024

En las ferias de ganado que se realizaban en el cauce seco del Turia junto a las torres de Serranos

«Desde la playa de la Malvarrosa y del Cabanyal subían las pescaderas llevando sus cestas repletas de peces en la cabeza o apoyadas en el costado. De los pueblos de alrededor y de la Ribera acudían los huertanos con blusas negras y alpargatas para abastecerse en las ferias de ganado que se realizaban en el cauce seco del Turia junto a las torres de Serranos».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Mercado de caballerías

La Semana Gráfica. 2 de abril de 1927

martes, 9 de abril de 2024

El terrero con su pollino y capazos repletos de tierra para fregar

«Cualquier oficio o producto casero se ofrecía desde la calle a los señores de Valencia: el que fabricaba hornillos en la acera misma, el que vendía maní, el terrero con su pollino y capazos repletos de tierra para fregar, el vendedor de fruta confitada con arrope, y cada uno de estos servicios ambulantes iba acompañado de un alarido peculiar, de un pregón o cancioncilla. Antes del amanecer llegaban al mercado los cargamentos de frutas y verduras tirados por poderosos rocines».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



El terrer

Els valencians pintats per ells mateix

Enric Soler i Godes

viernes, 5 de abril de 2024

Entraban en la ciudad toda clase de servidores

«Desde la huerta cada mañana entraban en la ciudad toda clase de servidores: los que recogían el estiércol, los horchateros arrastrando el carrito con toldillo de colores, los que repartían pajuelas impregnadas de azufre como combustible…».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



El femater

Todocolección

miércoles, 3 de abril de 2024

Mano inhábil, ojo atento­ y la cometa en el viento

«El niño se sonreía
mano inhábil, ojo atento­
y la cometa en el viento
(su corazón) se cernía.
Ave, cometa, de un día
su corazón soñoliento.

Pues el corazón quería
huir ­pero no podía,
pero no sabía­ al viento».

El niño y la cometa

Dámaso Alonso



Antiguo cauce del Turia. Años 80

Levante. EMV

lunes, 1 de abril de 2024

En la Mona sen anaren al pla de Montolivet

«El segón día de Pascua,
en la Mona sen anaren
al pla de Montolivet,
un matrimoni y el pare
de la dóna, y un chiquet;
y allí son puesto agarraren
enfront mateix d’una tenda,
a la sombreta d’un abre;
y una vegá acomodats,
la indumentaria deixaren.

Maria Rosa, una canasta
en un sofrechit en fabes,
cuatre polps en all y pebre,
llonganisa, hous, formache,
pan quemao, dos lletugues,
postres, olives y táperes».

La Traca. 18 d’abril de 1914

sábado, 30 de marzo de 2024

En un Domingo de Resurrección en El Cabañal

«Hay dos cosas que son incontrolables en un Domingo de Resurrección en El Cabañal. La primera es el sol. No recuerda ni un solo día así en el que el tiempo no fuera espléndido, casi desvergonzado. La otra es la música. En los Poblados Marítimos de Valencia, las procesiones de la jornada de Pascua se hacen a ritmo de pasodobles. La luz y las melodías festivas entran en tromba por las ventanas. Pese a la frenética actividad que las hermandades, cofradías y bandas de música despliegan por las calles, él experimenta los dulces efectos de una mañana perezosa».

El silencio del pantano

Juanjo Braulio



Procesión del Domingo de Resurrección

Calle Escalante

Christina Mauri Ballester

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=1694463&page=133

jueves, 28 de marzo de 2024

Y apenas me dio tiempo a hacer la visita al Santísimo

«Cuando le toca el turno se arrodilla detrás de la tupida rejilla del mueble penitencial.

—Ave María Purísima —saluda al sacerdote.

—Sin pecado concebida —responde la voz íntima, viril y algo rasposa del padre Fornell. Lita roza levemente la rejilla metálica con la punta de la nariz y percibe un delicado efluvio del agua de colonia que usa el sacerdote.

—Dime, Lita, hija —murmura el padre Fornell, S. J., después de reconocerla tras la rejilla—. La semana pasada te saltaste la confesión, ¿o fuiste a otra parroquia?

Lita adivina un leve tono de reproche en su voz.

—¡No, padre! —se apresura a decir—. Es que hemos estado muy ocupados en la oficina y apenas me dio tiempo a hacer la visita al Santísimo.

—¡Dios está antes que la oficina y que todo! —le riñe el confesor—. ¡La mala hierba es como la pelusilla del bigote: se robustece! ¡Hay que arrancarla todas las semanas! ¡Que no vuelva a ocurrir! Dime ahora, hija, vacía tu alma ante el tribunal de la penitencia.

—Sonsáqueme, padre.

—Desahógate, hija mía. ¿De qué pecados te acusas?».

De la alpargata al Seiscientos

Juan Eslava Galán



Las Provincias. 3 de abril de 1931

martes, 26 de marzo de 2024

Que no tuviera en el horizonte la torre del Miguelete

«Valencia era una ciudad obsequiada por su huerta y vivía solo dentro de sí misma, autosatisfecha, muy alejada en espíritu del resto de una tierra que no tuviera en el horizonte la torre del Miguelete».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Actual plaza de la Reina

Todocolección

domingo, 24 de marzo de 2024

Les taules són parades de palmes i de rams

«Ja arriba el sant diumenge,
sant diumenge del Ram;
floreixen violetes
pels marges i boscams,
els ametllers s'engebren,
de flors s'omple la vall,
abelles trescadores
son nèctar van xuclant
i les lleugeres brises
mormolen per l'espai:
Jesús-Maria!

Les taules són parades
de palmes i de rams,
de llor i d'olivera
i de tortells en gran,
que els xics i minyonetes
al temple enarbraran:
Jesús-Maria!

Ara ve el sant diumenge,
sant diumenge del Ram,
i aprés Setmana Santa,
la més trista de l'any,
els orgues i campanes
de sobte emmudiran
i els fasos* i tenebres
tan sols ressonaran:
Jesús-Maria!,
tan sols ressonaran».

*Els fasos son les maitines de Setmana Santa

Glossa del Diumenge de Rams

Antoni Doltra i Masferrer



Mercado de palmas de Valencia

La Semana Gráfica. 12 de abril de 1930

viernes, 22 de marzo de 2024

Las calles que rodeaban el mercado central estaban penetradas de gritos de menestrales

«Era aquella la Valencia de principios de siglo, cuya población apenas superaba los doscientos mil habitantes. Las calles que rodeaban el mercado central estaban penetradas de gritos de menestrales, de buhoneros y ropavejeros y orquestadas por todos los sonidos posibles que procedían de obradores, de pequeñas fábricas de hilados, de talleres de platerías, de zapateros en sus taquillones y de las trompetillas de los vendedores ambulantes».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Plaza del Mercado. 1918

?

miércoles, 20 de marzo de 2024

Tal vez ese año al parador del Foc o del So Nelo había venido a cantar Renato Carossone o Marino Marini o Sacha Distel o Lorencito González o Luis Mariano o las Hermanas Benítez o Xavier Cugat y Abee Lane

«Ya habían pasado las fallas. Tal vez ese año al parador del Foc o del So Nelo había venido a cantar Renato Carossone o Marino Marini o Sacha Distel o Lorencito González o Luis Mariano o las Hermanas Benítez o Xavier Cugat y Abee Lane. En fallas los señoritos valencianos se iban a Andorra a comprar duralex».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Parador So Nelo. 1964

Javier Mozas (Archivo de la JCF)

lunes, 18 de marzo de 2024

Es realmente digno de ver, uno de los grandes espectáculos europeos

«En fin, cuando toda la gente está congregada en torno a ellos y el viento sopla en la dirección requerida, estos mamuts de madera comienzan a arder, se encienden los explosivos y estallan las bellas guirnaldas de fuegos artificiales, dando la impresión de que la ciudad entera está ardiendo. Es realmente digno de ver, uno de los grandes espectáculos europeos».

Iberia

James A. Michener



Cremá de la falla Plaza del Mercado Central. 1972

Cortesía de José Navarro Escrich

sábado, 16 de marzo de 2024

A mí, los castillos, ni fu ni fa. Eso sí, las mascletàs me pierden

«La multitud que estaba en el lado derecho maldecía su suerte. El viento soplaba del norte. Eso significaba que les traería la humareda y la lluvia de papelitos y trocitos de plástico que el disparo de la mascletà provocaría. No obstante, los más entendidos —o sea, casi todos— decían que no hay mal que por bien no venga, pues el molesto aire que les impediría ver bien el fuego aéreo también les llevaría mejor el sonido. Los más mayores se quejaban de que, cada año, las vallas de seguridad se comían más terreno del público y contaban las mascletàs de sus años mozos y golfos, cuando no había cercas de acero y casi te podías meter dentro de la zona de fuegos. «Entonces sí que estaba bien, sí. Ahora, tan lejos, se pierde mucho». Entre los miles de espectadores siempre hay quien acude por primera vez, traído por un nativo que le explica que no se tape los oídos, porque es peor, y que deje la boca entreabierta para evitar que le revienten los tímpanos. La gente que hay alrededor mira al neófito con una mirada burlona, pero, sobre todo, de expectante malicia: no hay nada más divertido para un valenciano que contemplar el terror que se dibuja en la cara de los que jamás han estado en una mascletà de Fallas cuando la furia de la pólvora es desatada por los maestros del fuego. Que toque en suerte estar al lado de un espectador de oídos vírgenes en estas lides añade malévola diversión al espectáculo "que más nos gusta a los valencianos. A mí, los castillos, ni fu ni fa. Eso sí, las mascletàs me pierden"».

El silencio del pantano

Juanjo Braulio



"Mascletà" en la plaza de Caudillo. 1951

Foto López - Egea

jueves, 14 de marzo de 2024

Donde los ninots o muñecos, reflejaban la crítica y picaresca de la actualidad

«De regreso a casa, visitaron varias fallas: monumentos de cartón piedra sostenidas por un armazón de madera, llegando algunas hasta una altura de 25 o 30 metros, donde los ninots o muñecos, reflejaban la crítica y picaresca de la actualidad. Adornados con multitud de colores y caricaturas hacían de las fiestas de Valencia un arte y una tradición».

Las doce llaves

María Villamayor



Falla plaza del Mercado. 1944

La llei del embut

Regino Mas


martes, 12 de marzo de 2024

Se dirigieron a la calle iluminada de Sueca-Literato Azorín

«Degustando semejante manjar se dirigieron a la calle iluminada de Sueca-Literato Azorín, para poder admirar el espectacular bordado de colores. Miles y miles de bombillas de diferentes tonos, alternadas y formando arcos y un sinfín de formas, adornaban el lugar. La gente intentaba inmortalizar el momento, con sus móviles y cámaras de fotos, y ellas, boquiabiertas, imitaron los mismos movimientos».

Las doce llaves

María Villamayor



Falla Sueca - Literato Azorín

Principios de los 90

Subida por Carlos Iborra a VAHG

domingo, 10 de marzo de 2024

Decidieron darse un homenaje y pidieron un cucurucho de buñuelos de calabaza

«Después de pagar la nota, pasearon por los alrededores y se adentraron en el barrio de Ruzafa, denominado en árabe: Jardín. Uno de los barrios más significativos e históricos de la ciudad y que albergaba gran variedad de razas. Confundidas entre la multitud que paseaba en plenas fiestas disfrutando de una agradable temperatura, se perdieron entre sus antiguas y estrechas callejuelas, curioseando los antiguos comercios, puestos de souvenir y topmanta.

Los bares y restaurantes servían a destajo en las mesas situadas en plena calle, intentando acelerar las colas acumuladas. Los puestos de chocolate y churros endulzaban y espesaban el ambiente dejando trabados rastros de fritanga. Sara y su amiga decidieron darse un homenaje y pidieron un cucurucho de buñuelos de calabaza».

Las doce llaves

María Villamayor



Buñolería