sábado, 30 de septiembre de 2023

Que por la época existía en los accesos a la plataforma portuaria

«Tiempos difíciles que propiciaron el trapicheo de la época trayendo desde las costas de Marruecos, Ceuta ó Melilla cualquier producto que fuese vendible en la capital como los licores o el tabaco que se prodigó como mercancía de venta y contrabando casi obligada en época de penurias. 

El tabaco, traído desde las costas de Marruecos,  lo sacaban los pescadores del puerto entre sus enseres personales y, por la gran tolerancia que por la época existía en los accesos a la plataforma portuaria, se ganó la popular aceptación como moneda de cambio en muchas de las necesidades que los propios pescadores tenían y que faltos de dinero especulaban con el tabaco. De esta tradicional forma de intercambio surgieron clanes con denominación propia tan arraigadas en las familias cabañaleras como “La purera”, “ El petaca” y otras que con los productos de lo que las embarcaciones traían de Marruecos hacían su negocio y contribuían en esta época a la mejora de las rentas de muchas familias sin llegar a los extremos de considerarlo como un contrabando en toda regla». 

Tiempos difíciles

Eduardo Andrés Conejero



Acceso al puerto de Valencia por la avenida del Puerto

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jueves, 28 de septiembre de 2023

En la que se llamó calle de Pavía

«Estos pescadores, con el paso del tiempo, se organizan y agrupan para poder establecer diálogo con las autoridades y comienzan a extenderse los Gremios de Pescadores. Fruto de estos diálogos es la construcción de casas para uso de los pescadores a la orilla del mar con dos plantas. En la planta baja se dedicaban a guardar los aperos de la pesca: redes, remos y accesorios variados y en la parte alta para viviendas, casas que fueron otorgadas en concesión indefinida por R.O. de 30 de Marzo de 1928 a sus ocupantes y que pasaron a ser la primera línea de la playa en la que se llamó calle de Pavía y que actualmente constituye el linde con el actual Paseo Marítimo de la ciudad de Valencia».

Tiempos difíciles

Eduardo Andrés Conejero



Calle Pavía. 1951

Construcción carabela Santa María. Astilleros Lacomba

Todocolección


martes, 26 de septiembre de 2023

Se llevaba a la Lonja del pescado donde se subastaba

«Los barcos de mayor tonelaje eran los que partían desde puerto para faenar durante dos o tres semanas en las costas de Marruecos o Melilla. Terminadas las dos o tres semanas de pesca se retornaba a puerto con las bodegas llenas de pescado que se llevaba a la Lonja del pescado donde se subastaba siendo el Patrón Mayor de la Cofradía, el señor Ramón, alias “ El Pato”, el que cantaba la subasta y donde alrededor de los pescadores y tal como se viene haciendo en muchas subastas hoy en día, se venden los “saquitos “ de la tripulación, pescado recién pescado de los barcos que faenan el día a día, y que lo compran los visitantes, o que de igual manera también era una verdadera atracción turística ver la arribada de las embarcaciones y las ventas de los “saquitos” a la llegada de las embarcaciones a puerto».

Tiempos difíciles

Eduardo Andrés Conejero



Lonja del pescado

Cortesía de José Luis Mena Pérez

domingo, 24 de septiembre de 2023

Cuadras en las que se alojaban los “bous de tir”

«Por esta época la gran actividad de la Lonja era continua.  Punto de reunión de pescadores, vendedores y curiosos así como el único lugar del Cabañal donde se podía adquirir barras de hielo para las neveras de la época, rústicos muebles de carpintería forrados en su interior de corcho que mantenía el frio de una barra de hielo para todo un día. 

En estas naves se realizaba la venta del pescado y también estaban las oficinas del personal y almacenes de aperos de pesca, así como la “casa dels bous”, cuadras en las que se alojaban los “bous de tir”, recios bueyes de arrastre, animales encargados de hacer a la mar las embarcaciones que faenaban diariamente, embarcaciones de vela latina de gran maniobrabilidad utilizadas en la pesca del arrastre que fueron tema de los muchos cuadros que durante esta época el gran pintor Sorolla plasmo en sus lienzos y que eran las que traían el pescado a la Lonja para su venta diaria, cajas de 40 kilos de salmonetes, mabras, jureles, sepias y toda una gran variedad de lo que se le podía sacar al mar en esta época de bonanza en la pesca.

La venta se realizaba a la baja cantada por el Patrón mayor de la cofradía y siempre a la baja en reales, 40, 35, 30, 25... hasta su adjudicación a la persona interesada. La subasta hacía que la actividad diaria en la Lonja fuese muy animosa.

La mayoría de los pescadores residían por esta época en las casas adosadas en la misma Lonja».

Tiempos difíciles

Eduardo Andrés Conejero



Bous de tir


viernes, 22 de septiembre de 2023

En su nave central se realizaba la venta del pescado

«Por aquella época de los años 30, la Lonja del Pescado, un edificio de ladrillo visto compuesto de una serie de naves rectangulares situada en la calle Eugenia Viñes desde el 133 al 171, era el centro neurálgico del Cabañal, naves que estaban constituidas por la Lonja propiamente dicha en la que en su nave central se realizaba la venta del pescado y en naves adosadas se realizaban toda aquellas tareas relacionadas con la venta, distribución y almacenaje del pescado, existiendo ya por esta épocas maquinas de fabricar hielo así como de triturarlo, para que las ventas del pescado una vez subastado se cubriesen de hielo y se estocasen hasta que el pescador o la pescadora con sus carromatos recogía las cajas y las transportaba al Mercado Central para su venta».

Tiempos difíciles

Eduardo Andrés Conejero



La subasta del pescado. Años 20

Valencia en blanco y negro

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Y comenzaron a construir refugios antiaéreos

«Cada vez los bombardeos eran más terribles, pues los aviones eran más modernos y de más envergadura, y también más numerosos; primero los "Saboia 81" italianos, más tarde los "Junkers" alemanes. 

Cerca del cementerio montaron una batería antiaérea con sus proyectores. Cuando las piezas artilleras hacían fuego, sonaban de una forma acampanada o a mí me lo parecía. En los terrados de las casas más altas y más modernas, instalaron ametralladoras trazadoras, y comenzaron a construir refugios antiaéreos. Uno precisamente en una esquina del "campot", pegado al convento. No era un trabajo fácil, pues a escasos dos metros de profundidad, el agua brotaba a borbollones y las bombas trabajan día y noche. Si tenemos en cuenta que en aquel tiempo todo se hacía a pico y pala, trabajar en la extracción del barro en capazos de esparto, era muy penoso. El personal acababa reventado. Se trabajaba día y noche, era apremiante el acabarlos, pues se multiplicaban los "raids" aéreos y la guerra se estaba prolongando».

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Refugio en el puerto de Valencia. 1937

Archivo José Huguet

Cortesía de José Navarro Escrich

lunes, 18 de septiembre de 2023

Grandes columnas de humo se elevaban al espacio en la zona del Grao

«Una mañana, en una de tantas alarmas, notamos algo diferente; el peligro no venía del mar, sino del aire. Llegué a visionar a un par de aviones, eran biplanos, creo que "fiatchetti", no eran muchos, pero su ronroneo, las explosiones y la novedad, producían el pánico entre la población civil. 

Grandes columnas de humo se elevaban al espacio en la zona del Grao. La curiosidad me hacía correr hacia el lugar conde cayeron las bombas, el espectáculo era dantesco, montones de escombros impedían el paso por las estrechas calles del barrio portuario, los edificios derrumbados mostraban las interioridades de las viviendas, con el roto mobiliario a la vista. Bomberos y voluntarios afanándose en descubrir muertos y heridos».

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Calle Vicente La Roda tras los bombardeos

https://valenciaactua.es/

sábado, 16 de septiembre de 2023

Otros grupos jugaban a la "trompa", simplemente haciéndola bailar, o al juego del "rogle"

«En el campot se organizaban, rápidamente, partidos de fútbol, de "saco", aprovechando la existencia del paredón alquitranado del caserón, situado en centro del enorme solar. Otros grupos jugaban a la "trompa", simplemente haciéndola bailar, o al juego del "rogle". Consistía en partir en dos la peonza del contrario, que se quedaba en el interior del pequeño cuadrilátero (rogle). 

Había otros juegos ocultos de las posibles miradas de los profesores. Se jugaban las aguiletas (perras), un círculo, una raya de salida y sacar las monedas de cinco céntimos de su centro, golpeando en su canto con una moneda de diez céntimos (chavo). Ni que decir tiene, que este juego estaba muy mal visto y si el profesor te sorprendía, te castigaba y se "chivaba" a tus padres, y los correazos no te faltaban. 

El maestro te subía a la tarima y ante toda la clase, te preguntaba en plan de sorna : 

— ¿ Qué es un golfo ?

Y la respuesta siempre era la misma: 

— ¡ Un chiquet que chuga a chavos !».

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Jugando a la trompa

Historia viva de Valencia. Las Provincias

Cortesía de José Navarro Escrich

jueves, 14 de septiembre de 2023

El gentío que avanzaba hacia el centro de Valencia, procedente del Cabañal, portaban banderas tricolores

«Vuelto a casa, y estando entretenido en mis juegos favoritos, amasando barro en el portal de la casa del tío Felipe, oí un extraño rumor, un griterío en aumento, que procedía del camino de Algirós. Acudí corriendo, pues la curiosidad era superior al temor que producía tamaña masa de gente vociferante. Corría yo sobre las roderas del camino que conducía a la carretera, recuerdo que el camino estaba cubierto de carbonilla (cagaferro) y crujía al patearlo, a un lado, había un sembrado de perejil y al otro un bancal de alfalfa.

El gentío que avanzaba hacia el centro de Valencia, procedente del Cabañal, portaban banderas tricolores, muchos iban armados con escopetas y cananas al cinto y cantaban o gritaban canciones de cariz revolucionario, dando vivas y mueras a diestro y siniestro.

Se paró la masa al llegar al cruce del camino de Tránsitos. En una esquina había un local, una especie de casinillo, tenía un cartel y un mástil con una gran bandera republicana. El cartel decía algo así como : Derecha o Izquierda, no estoy seguro. Eso sí, republicana».

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Proclamación de la Segunda República en Valencia

Las Provincias. 16 de abril de 1931


martes, 12 de septiembre de 2023

Animalot, animalot per qué t'has mort, ara que venen les figues i els albercocs

«Cuando había algún entierro, la gente se arremolinaba en la puerta de la iglesia, alrededor de la carroza fúnebre. El párroco y demás clero, con los monaguillos, entre cantos y letanías, rociaban el féretro con agua bendita e iniciaban el Gorigori. Algunos lo escuchaban con respeto, otros seguían el canto con esta letrilla : 

"Animalot, animalot

per qué t'has mort,

ara que venen les figues

i els albercocs."»

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Entierro en Valencia

Todocolección

domingo, 10 de septiembre de 2023

No era raro que llamaran a la puerta, pidiendo caridad

«También existían unos mendigos, o como les llamaba la gente, "pobres". 

No era raro que llamaran a la puerta, pidiendo caridad : "per l'amor de Déu. Una moneda de cobre, un pedazo de pan" y si coincidía con la hora de comer se le ofrecía un plato caliente. Mi madre le invitaba a sentarse en un banco que había detrás de la puerta y le ofrecía una escudilla. A pesar de nuestra pobreza, todavía podíamos ofrecer alguna limosna. 

Había un "pobre oficial" que no pedía, pero que todo el mundo le daba. Le llamaban "Andreuet el pollós". Se anticipaban a darle limosna para evitar que se acercase, pues decían que iba envuelto en una nube de piojos».

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Mendigo bajo un puente del cauce del Turia

Todocolección

viernes, 8 de septiembre de 2023

En la que estaba situado el nuevo y recién construido "Liceo Sorolla"

«De vez en cuando, aparecía el "Perales" y pedía reunión o "asamblea", como el decía. Organizó en ese momento una buena pandilla. Seríamos unos treinta o cuarenta crios. Llevábamos como escudos las redondas tapas de bidones de Campsa, y con alambre a guisa de agarraderas. Armados con palos y cañas, haciendo el "cafre" nos dirigíamos a campo abierto en busca de rivales. Si había suerte y aparecían, "batalla" segura y si no, a esperar la próxima "asamblea". 

Una vez el Perales se pasó de la raya y nos guio hasta una calle en la que estaba situado el nuevo y recién construido "Liceo Sorolla", y sin más miramientos, ordenó apedrear los ventanales. Una andanada y no quedó un cristal sano. Yo no se si llegué a arrojar alguna piedra, pero si quedé perplejo por la magnitud del hecho. Empezaron a salir estudiantes mayores con terribles intenciones, arrojé las "armas" y pies para que os quiero».

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Liceo Sorolla

Todocolección

miércoles, 6 de septiembre de 2023

Casi desapareció el dinero de la circulación

«El hambre cada vez acuciaba más, recuerdo muchas colas en tiendas y mercados, pues escaseaba todo y abundaban los acaparadores y estraperlistas, a pesar de que por todas partes habían pasquines amenazando con fusilar a los emboscados explotadores del mercado negro. 

Casi desapareció el dinero de la circulación, los ayuntamientos tuvieron que imprimir papel moneda. También se llegó a utilizar los sellos de correos nuevos y usados, incluso los sellos móviles».

Francisco Marcos Hernández

Vivencias de juventud



Cartón moneda

Valencia. 1936

Cortesía de José Navarro Escrich



Todocolección

lunes, 4 de septiembre de 2023

En la plaza de Los Ángeles, dos grandes hogueras consumían imágenes y mobiliario de la iglesia

«Amaneció, era un domingo bonito y soleado, pero ese día no habían churros, periódico ni tebeos. Era el 18 de julio de 1936.

Desde el corral de mi casa se oía una fuerte algarabía que procedía de la calle, ruido de vehículos y algún "petardeo" que creí que era debido por ser un día festivo. Me lancé a la calle, no sin antes ser advertido por mi madre del posible peligro que representaba meterse en berenjenales.

Me quedé atónito ante lo que veían mis ojos, algo insólito que no llegaba a comprender. En la plaza de Los Ángeles, dos grandes hogueras consumían imágenes y mobiliario de la iglesia. Grupos de gentes, con gestos irreverentes y blasfemos, lanzaban toda clase de cuadros, obras de arte, casullas., bonetes y demás vestuario religioso, arrojándolo a la pira, mientras otro grupo subido al campanario, en una ardua labor, intentaban arrancar las campanas.

La otra hoguera, era la del convento. Se arrojaban por las ventanas toda clase de mobiliario religioso y escolar, los pupitres volaban hasta la calle, libros, cuadernos y uniformes de colegialas, todo a la hoguera. Desde una ventana del tercer piso, un malcarado miliciano arrojaba a la calle el botiquín del centro, con una risotada bárbara, y mostrando una caja de inyectables, con voz zafia gritó: ¡Indiciones pa no parir!, arrojándolas al vacío.

Es difícil expresar lo que siente un niño de diez años ante tanta barbarie y brutalidad. Todo el Cabañal rezumaba un fuerte olor a rancio, a barniz viejo quemado. 

Mi padre sentenció: "Pobre República Española, ha caído en manos de energúmenos".»

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=1694463&page=181

sábado, 2 de septiembre de 2023

Un tropel de Caballería apareció en lontananza con mucho estruendo

«Súbitamente, un tropel de Caballería apareció en lontananza con mucho estruendo, rebufos, relinchos y ruidos metálicos de sables y espuelas. Con sus maniobras ocuparon toda la ancha playa, sin poderla cruzar por el temor de ser pisoteado por los equinos. En alguna ocasión tuve que introducirme en el mar para no ser pateado por los cascos de los caballos. 

Repentinamente desaparecieron tal como habían llegado, y me disponía regresar a casa atravesando la arena, cuando un grupo de soldados al galope me rodearon. El susto fue mayúsculo, pues me cachearon y me preguntaron si había visto un "ros". Aquel día, aprendí que un "ros" era un gorro militar. Se fueron cabreados y renegando, y yo corrí muy asustado hacia mi casa».

Vivencias de juventud

Francisco Marcos Hernández



Playa de la Malvarrosa frente a Isabel de Villena

https://lamalva-rosaenblancinegre.blogspot.com/