«Nuestro plan promocional consistió en publicitar la discoteca en los pubs que estaban de moda. También funcionó mucho el boca a boca. Respecto a la imagen, quisimos que la música fuera vanguardista, que los DJ fueran experimentados y que tuviera un nombre anglosajón. La idea sobre la decoración fue básicamente de Pepe Pitarch. El murciélago del logo es obra del diseñador gráfico Valentín Herráiz. La controversia surgió con el nombre: los que se barajaron fueron, por un lado, Factory o Espectro, y por el otro, Spook. Finalmente consensuamos que se llamara Spook Factory, aunque la gente siempre diría «Spook», que era mi propuesta inicial».
Reseña biográfica de Toni Garrido (extracto)
¡Bacalao!