viernes, 31 de enero de 2020

Pero a mí me tocáis los cojones

«Antes de iniciarse la primera regata de la Copa América de Vela en el puerto de Valencia, sentado en la terraza del espléndido edificio Veles e Vents, entre gorilas y perros policías, recordé que en ese mismo lugar, en 1954, un viejo vendía cucuruchos de cacahuetes tostados. Ante su tenderete se le había formado una cola de marines de la Sexta Flota, parecidos a Popeye, que acaban de desembarcar. El viejo estableció un doble precio de forma automática: a cada Popeye le cobraba un duro por el cucurucho; en cambio a los clientes autóctonos, parejas de novios, niñeras y criadas les pedía solo un real, lo de siempre. Cuando la Policía Militar Norteamericana se dio cuenta de la trampa, se produjo un grave altercado entre la primera potencia del planeta y un resistente ibérico. “Vosotros os creéis los amos del mundo, pero a mí me tocáis los cojones”, gritaba el viejo mientras los polizontes yanquis forcejeaban con él para derribarle a patadas el negocio».

Desde el campo de regatas

Manuel Vicent

El País. 28 de julio de 2013



Marines Americanos en la actual Plaza del Ayuntamiento

https://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=1694463&page=371

miércoles, 29 de enero de 2020

Nos daban leche en polvo americana

«Nací en Castellar [Valencia] en 1949. Fueron años muy felices en una familia de cinco hermanos. Estudié en la escuela pública de Castellar, donde éramos unos cuarenta por clase. Sobre las once de la mañana nos daban leche en polvo americana, para alimentarnos un poco, lo cual ya era un éxito. Aunque en casa no había problemas, porque teníamos campos de verduras y los vecinos se iban intercambiando las de unos y otros. Un día comías en casa de un primo, de un vecino, siempre estaban las puertas abiertas».

Reseña biográfica de Juan Santamaría (extracto)

¡Bacalao!

Luis Costa Plans


Franco, junto al almirante F. S Thomas Combs, de la sexta flota norteamericana, a bordo del portaaviones Coral Sea, en Valencia, en 1954

Agencia EFE


Leche en polvo, procedente de EE.UU. para las escuelas españolas

https://antonsaavedra.wordpress.com/

lunes, 27 de enero de 2020

Con la supresión de las cartillas de racionamiento, en 1952

«Con la supresión de las cartillas de racionamiento, en 1952, y de las de fumador, en 1953, la Jefatura de Abastecimientos y Transportes ha trasferido mucho personal a otros servicios. Al camarada Diego Medina Jódar lo han colocado en el Negociado de Censura del Servicio Nacional de Prensa del Ministerio de Información. Apenas instalado, su inmediato superior, don Tancredo Rivas Ponce, lo convoca a su despacho».

De la alpargata al Seiscientos

Juan Eslava Galán



Cartilla de racionamiento familiar

Todocolección

sábado, 25 de enero de 2020

De los mejores puticlubs de la zona

«El taxista asintió, se enchufó el disco duro con el mapa de los mejores puticlubs de la zona e inició la marcha. 

El cuarto antro fue el del premio. Charli lo reconoció sin dudarlo y apretó las mandíbulas como atrapando una presa invisible hasta que los molares gimieron por la fricción. La puerta de madera noble, el pequeño escalón de acceso, la mirilla. Estaba en el sitio. Por la hora, ya debería de haber alguien, pero quiso asegurarse».

Sesenta kilos

Ramón Palomar




Publicidad Bar Dandy y Bar Toledo. Años 70

Calle En Bany

Todocolección

jueves, 23 de enero de 2020

Baja a la cocina, abre la fresquera y devora el trozo de tortilla

«Antes de bajar a la tienda, Teófilo González se asoma al dormitorio del niño, separado del matrimonial por una cortina, y lo contempla extasiado. Un ángel dormido. 

En la habitación contigua, que sirve de cuarto de baño y de costura, Teófilo se rasura con una cuchilla de afeitar Iberia, marca de la que es representante comarcal. Después vierte un poco de agua en la zafa del lavabo, se lava a gañafadas la cara, se repasa las axilas con la punta de la toalla mojada, se lava las manos y vierte el agua sucia en el cubo subyacente. Ya vestido, baja a la cocina, abre la fresquera y devora el trozo de tortilla que sobró de la cena mientras piensa en las faenas que le depara el nuevo día».

De la alpargata al Seiscientos

Juan Eslava Galán



Interior de una barraca. Cocina

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martes, 21 de enero de 2020

De esos sin farolillos rojos en la puerta. Un sitio fino de verdad

«—¿Algún detalle extra que nos pueda ayudar, jefe? —dijo mirando por el retrovisor a aquel paleto cachas de pelo blanco y mirada fría—. Es que a lo mejor la cuenta le sube un piquito como no acertemos rápido. 

—Era un lugar discreto, ya digo, de esos sin farolillos rojos en la puerta. Un sitio fino de verdad. —Charli calló y pensó—. Un callejón… Había un callejón al lado. Me acuerdo porque al salir paré allí para mear. Joder, igual perdí allí la cartera y entonces ya no la encuentro ni de coña… No sé más. Pero tranqui por la pasta, no sufras, y si tenemos suerte habrá propina».

Sesenta kilos

Ramón Palomar



Bar Forestal. Años 70

Todocolección

domingo, 19 de enero de 2020

La luz amarillenta y escasa de la bombilla del fielato

«Hacia las seis de la mañana, Teófilo González, propietario de Comestibles González, se despierta en el dormitorio helado y abandona la cama cuidando de no despertar a Visi, su mujer, que duerme acurrucada bajo las dos mantas y el pesado edredón de lana. Teófilo se echa sobre los hombros un abrigo viejo y entreabre un postigo para ver si llueve. El día está raso. Menos mal. La calle está sumida en tinieblas (debido a las restricciones, las escasas farolas municipales sólo funcionan de nueve a doce). A lo lejos se columbra la luz amarillenta y escasa de la bombilla del fielato que apenas alcanza a iluminar la chapa con el nombre del pueblo y el yugo y las flechas de Falange, preceptivo a la entrada y a la salida de todos los pueblos de España».

De la alpargata al Seiscientos

Juan Eslava Galán


El fielato del Camino de la Malvarrosa

Estaba situado en la actual Avenida de la Malvarrosa con Mendizábal

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viernes, 17 de enero de 2020

Lo primero, primero: localizar el puticlub

«Salió de su apartamento a media tarde. Lo primero, primero: localizar el puticlub de sus desgracias. No recordaba la dirección, ya llevaba un buen pedal cuando el taxista lo había dejado, pero reconocería la puerta con mirilla, eso sí. Había tardado en regresar a pie, renqueando magullado, unos tres cuartos de hora. En coche no quedaría tan lejos. Paró un taxi».

Sesenta kilos

Ramón Palomar


Barrio chino

Calle Viana?

Joaquín Collado

miércoles, 15 de enero de 2020

¡Coca-Cola —anuncia el Chato Puertas, la bebida del futuro!

«—Bebe y dime qué te parece. 

El acaudalado constructor Chato Puertas, traje a rayas cruzado, bigotito lineal, abundante pelo oscuro peinado hacia atrás con fijador, sortija con brillante en el meñique, le alarga a su amigo y colega Nemesio Lañador un vaso que contiene un mejunje oscuro con media rodajita de limón. 

Están sentados en los taburetes acolchados de la barra del bar Chicote, Gran Vía, 15. Varios clientes habituales y dos señoritas de quinientas pesetas la prestación aguardan, sonrientes, la reacción del catador. 

Desconfiado, Nemesio Lañador olisquea el líquido. Huele a nada con burbujas. Se lleva el vaso a la boca y le da un sorbito. Lo paladea con los ojos entrecerrados. 

—No sé… ¿Es un jarabe? —aventura—. ¿Zarzaparrilla mezclada con café? 

El Chato Puertas se vuelve con una sonrisa de suficiencia hacia los dos o tres compadres que asisten a la prueba. Mira nuevamente a Nemesio. 

—¿Pero te gusta o no te gusta? —insiste. 

Nemesio no se decide. Examina el líquido al trasluz, un poco mosqueado, y prueba otro sorbo. 

—Dulzón, ¿no? —observa—. ¿Qué es? 

—Honorato, enséñaselo —ordena el Chato. 

El viejo barman, que ha asistido a la escena con indiferencia profesional desde su puesto, detrás de la barra, deja la coctelera que frotaba con un paño, y muestra una botellita. 

Una extraña botellita, más ancha por el centro, como de adorno. 

—¡Coño!, ¿qué es? —se impacienta Nemesio. 

—¡Coca-Cola —anuncia el Chato Puertas levantando triunfalmente su vaso—, la bebida del futuro!».

De la alpargata al Seiscientos

Juan Eslava Galán


Calle del Progreso

Francesc Jarque

Cortesía de José Navarro Escrich

lunes, 13 de enero de 2020

Donde hay vino, beben vino

«Y en todas partes he visto 
gentes que danzan o juegan, 
cuando pueden, y laboran 
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio, 
preguntan adónde llegan. 
Cuando caminan, 
cabalgan a lomos de mula vieja,

y no conocen la prisa 
ni aun en los días de fiesta. 
Donde hay vino, beben vino; 
donde no hay vino, agua fresca.

Son buenas gentes que viven, 
laboran, pasan y sueñan, 
y en un día como tantos, 
descansan bajo la tierra».

El viajero. II

Soledades

Antonio Machado



Bebiendo del porrón

José Benlliure Ortiz (Peppino Benlliure)


sábado, 11 de enero de 2020

El Palauet

«Entre el edificis que te el Carrer de la Reina podem destacar el que ha segut conegut fins ara com El Palauet. Construccio d'una sola planta i pis, està ubicat prop de la sequia En Gasc i fon residencia de donya Cristina d'Habsburc i Lorena quan venia a estiuejar a Valencia. Tindra una trescents anys i encara se pot vore com el primer dia. La frontera està dividida simetricament per una ampla entrada que dona a un pati cobert que aplega fins al fondo, a on te una font que cobrix part de la paret. Podiem entrar els carruages perque la porta te molt de llum. Al costat te atres portes que donaven a sales o cambres. En la part de dalt un balco corregut en portes que donaven a les habitacions.

Durant un temps este Palauet fou conegut per "La Casa del Pardal", a conseqüencia de que un forasteros, en el pati cobert, intentà construir un aeroplà. No he pogut averiguar com quedà el chicon, pero tinc entes que, en la prova que feu a vora mar, tingue que anar a recollir els trossos de l'avionet el carro de Suco.»

Miscelanees a vora mar

Vicent Monzó Expósito




Heladería A. Bortolozzi

Calle de la Reina (actual Biblioteca Municipal)

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http://maritimodevalencia.blogspot.com/2015/03/la-maquina-dombon-y-la-casa-de-la-reina.html

jueves, 9 de enero de 2020

He navegado en cien mares

«He andado muchos caminos, 
he abierto muchas veredas; 
he navegado en cien mares, 
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto 
caravanas de tristeza, 
soberbios y melancólicos 
borrachos de sombra negra, 
y pedantones al paño 
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben 
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina 
y va apestando la tierra…»

El viajero. II

Soledades

Antonio Machado



El viejo del cigarrillo. 1898

Joaquín Sorolla y Bastida

Acuarela. 52 x 50,50

Museo Sorolla

martes, 7 de enero de 2020

Sabiem que era el neuler

«Crec que eren gallecs o portuguessos i quan pregonaven la mercaderia no enteniem lo que dien, pero com coneixiem el prego sabiem que era el neuler. Una aguileta era lo que valien cinc barquillos, tenint dret a provar sort en la roda que portava la tapadora. Se coneix que la teniem arreglada, ya que poques vegades te tocaven mes dels cinc que donava per aguileta...»

Miscelanees a vora mar

Vicent Monzó Expósito


El barquillero en la playa de la Malvarrosa. 1909

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=370996&page=894

lunes, 6 de enero de 2020

Que fuera el mundo entero una juguetería

«Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas».

Las desiertas abarcas

Miguel Hernández



Amparo Ponce en la mecedora con su muñeca y un perro de juguete

Valencia 1925

Juan Ponce Parres. Archivo Diputación de Valencia

Historia de Valencia 

Cortesía de José Navarro Escrich

domingo, 5 de enero de 2020

El camello se pinchó con un cardo en el camino

«El camello se pinchó
con un cardo en el camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.
Baltasar fue a repostar
más allá del quinto pino
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su «Longinos».

—¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido!
—Son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido.

El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
—Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.

A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
en su belfo y en su tipo!

Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino;
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.

Y a las tantas ya del alba
—ya cantaban pajarillos—
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.
—No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero —repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes
cabizbajos y afligidos.

Mientras el camello echado
le hace cosquillas al Niño».

El camello cojito

Gloria Fuertes



Establecimiento en la actual plaza del Ayuntamiento ?

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sábado, 4 de enero de 2020

Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos

«-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!


-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!

-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.

-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor y a su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida!»

Los tres Reyes Magos

Rubén Darío



Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente a su llegada al puerto de Valencia

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jueves, 2 de enero de 2020

Tambe estigue alli l'escola de don Fermi

«... l'antiga quadra, que abans de que el poble anara menjant-se la mar, estigue en el carrer Benlliure, del numero 209, i que fon posteriorment un convent de monges, en una guarderia en la que els chiquets, per a entrar, tenien que portar un chavo en la ma, si no el duyes la portera no te deixava entrar. Aço puc relatar-ho de font directa perque ma mare, com anava a vendre peix al mercat del Cabanyal, moltes vegades me donava el chavo i alli me tenien tot el mati. Crec que tambe nos donaven a mitan mati, un got de llet. Durant molt de temps, i no haguent monges , seguia sent conegut per l'asilet. Tambe estigue alli l'escola de don Fermi». (sic)

Miscelanees a vora mar

Vicent Monzó Expósito



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