«—¿Algún detalle extra que nos pueda ayudar, jefe? —dijo mirando por el retrovisor a aquel paleto cachas de pelo blanco y mirada fría—. Es que a lo mejor la cuenta le sube un piquito como no acertemos rápido.
—Era un lugar discreto, ya digo, de esos sin farolillos rojos en la puerta. Un sitio fino de verdad. —Charli calló y pensó—. Un callejón… Había un callejón al lado. Me acuerdo porque al salir paré allí para mear. Joder, igual perdí allí la cartera y entonces ya no la encuentro ni de coña… No sé más. Pero tranqui por la pasta, no sufras, y si tenemos suerte habrá propina».
Sesenta kilos
Ramón Palomar
Bar Forestal. Años 70
Todocolección
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