lunes, 31 de enero de 2022

Caminàrem fins l’Avinguda de Blasco Ibáñez

«No calia dir-li més. Ella sap que un «bon dinar», més enllà de la qüestió gastronòmica, l’organitza Robert Baixauli, l’àpat en què trobes els vells amics. Una amanida, però, seria digerible. Caminàrem fins l’Avinguda de Blasco Ibáñez mentre el vespre s’afeblia, la temperatura baixava a graus civilitzats. Magda necessitava el passeig, segons deia per compensar-se de les llargues estones del dia que romania dempeus. A eixes hores, a més, València és agradable quan el trànsit minva. Inspires la brisa del mar i el goig d’una ciutat aparentment neta esperona una conversa fluida».

Un dinar un dia qualsevol

Ferran Torrent


Paseo Valencia al Mar (actual Avenida Blasco Ibáñez)

http://fundaciongoerlich.blogspot.com/2021/02/valencia-paseo-valencia-al-mar.html

sábado, 29 de enero de 2022

Una Pituca porcelanosa de la calle Sorní

«En la clase de pelar gambas con cuchillo y tenedor me sentaron con dos Pititas de pantorrilla ancha, una Pituca porcelanosa de la calle Sorní y un rezagado con gafitas y tobillos al aire que había trabajado de informático en el Consulado del Levante Feliz en Ayusolandia. Tenían grandes planes. Su palabra favorita era eventos. Grandes eventos. Una vida de eventos. Pregunté que es un evento y no supieron responder. Pues un evento, un evento, un evento es pasarlo guay con los amigos, las amigas y les amigues, dijo la Pitita de Benimámet. Me quedó claro. Con la primera gamba salpiqué a la otra Pitita. En mi ficha ya venía la advertencia: «zurdo, mal uso de la cubertería, suele mancharse; y lo que es peor, suele manchar al resto de comensales». Aquella Pitita, aspirante al marquesado del Barrio de Beteró, empezó a llorar desconsolada. Aún no he olvidado sus palabras: «Desconsiderado, zafio, provinciano, me has estropeado mi flamante falda en tonos pastel que justamente estrenaba hoy y que me ha costado 845 euros con 83 céntimos en una tienda de la calle Poeta Querol de la dos veces leal ciudad de Valencia». Tras la soflama, el llanto se hizo más incontenible, aunque la palabra adecuada sería: ostentóreo. Como soy tan buena persona logró enternecerme, lo reconozco. Para hacer las paces le regalé un bombón de Ferrero Rocher. Puso ojos de Tamara Falcó Preysler. Caí rendido a sus pies. En ese momento supe lo que es el amor por aspersión».

El marquesado de Zurradores

Rafa Lahuerta Yúfera

https://www.lasprovincias.es/



Palacio de los Montenegro. Calle Sorní, 3

Hoy en día se le conoce como Casa Corell

Fotos Sanchis

Subida por Pilar Martínez Olmos a VAHG


jueves, 27 de enero de 2022

Iba cada mañana camino de la facultad hasta la calle de la Nave con los libros de texto bajo el brazo

«Había varios estratos de olores en la calle del Salvador, olía a tahona, a droguería, a moho en los muros de la iglesia de los Trinitarios, a carbonería, a vaho de medicamento que salía de una farmacia, a salazones, y a través de ellos iba cada mañana camino de la facultad hasta la calle de la Nave con los libros de texto bajo el brazo. Todos los olores del itinerario cambiaban de matiz a lo largo del año».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Universidad de Valencia

Calle de la Nave

http://www.jdiezarnal.com/valencialauniversidad.html


martes, 25 de enero de 2022

Había algo verdaderamente exótico y sensual en el modo de acariciar a sus perritos

«En el cursillo había de todo. Aspirantes al anuncio de Quesos Tranchettes, pilaristas con pelo cacerola y suéter Privata del 86', partidarios de los mocasines sin calcetines y un sinfín anómalo de Pititas Ridruejos o mujeres salazón. Más que un cursillo para futuros marqueses, aquello parecía la fiesta de cumpleaños de Pitita Ridruejo en la que Pitita Ridruejo hubiera obligado a todos sus invitados a disfrazarse de Pitita Ridruejo. De repente tuve unas ganas enormes de acostarme con una de aquellas Pititas Ridruejos. Había algo verdaderamente exótico y sensual en el modo de acariciar a sus perritos. Yo quería ser el perrito de alguna de aquellas Pititas Ridruejo. Perrito faldero, perrito perfumado, perrito con mantita térmica a los pies de mi Pitita Ridruejo en un palacio con vistas al Santiago Bernabéu. Perrito madridista, perrito decente, perrito con pase en el parque de socialización canina de El Viso, perrito con collarcito rojigualda, perrito leal a la corona, perrito paseado por alguna Pitita Ridruejo que me diera besitos en el hocico. Ahora que nadie nos oye puedo decirle, tuve una erección. Mi primera gran erección como aspirante a marqués de la calle Zurradores».

El marquesado de Zurradores

Rafa Lahuerta Yúfera

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Recuerdo familiar

Reportajes gráficos Márquez

Todocolección

domingo, 23 de enero de 2022

Sempre vestida de blanc, amb pantalons o falda llarga

«—¡Ey, cara cartón! —anava cridant l’atenció de la parròquia perquè la deixassen passar.

Aquell personatge, una gitana indigent de mirada fosca i directa, escrutadora, de cara allargada i solcada per mil arrugues —tantes com tribulacions havia patit a la vida— gaudia de gran popularitat al barri.

Estintolada en un bastó, caminava a espai però amb moviments enèrgics. Sempre vestida de blanc, amb pantalons o falda llarga, amb jaqueta o toca sobre els muscles; lluïa una estètica zíngara que la distingia. Les cartes sempre a punt, en qualsevol racó es posava a jugar-hi amb tot aquell que s’hi avingués.

Vagarejava pel barri a totes hores, com una ànima sempiterna, sense edat, sense passat (segurament massa recòndit per a ser recordat). Mai no parlava de la seua vida, deien que tenia un fill a la colònia san Francisco Javier (un col·legi reformatori inaugurat el 1946 a Campanar per a acollir xiquets abandonats), a qui visitava sovint. De caràcter fort, exhibia una simpatia peculiar, lligada a la duresa de la vida a la intempèrie i a la picaresca necessària per a sobreviure. Moltes nits quan el barri esgotat feia un recés, dormia estirada damunt un banc de pedra o fusta, inerme i isolada. Tothom la coneixia, com un símbol de la nova vida despullada de formalismes que el jovent volia mostrar».

Terra humida

Joan Sifre



Blanquita en el Café Negrito. Años 80

García Poveda

http://www.lrmcidii.org/el-carme-siempre-tuvo-muchos-colores-pero-el-principal-fue-el-blanquita/

viernes, 21 de enero de 2022

Visitaron la Ermita de San Vicente y la Basílica Sepulcral de san Vicente

 «—¿Qué hacemos? —preguntó Lluís—. 

Nos quedan dos lugares y espero que tengamos más suerte que hasta ahora. 

—Yo también —añadió Alejandra. 

Visitaron la Ermita de San Vicente y la Basílica Sepulcral de san Vicente o parroquia de Cristo Rey, pero estaba claro que ese no era su día. 

Hoy no daban pie con bola».

Las doce llaves

María Villamayor



 Monasterio de San Vicente de la Roqueta 

Basílica Sepulcral de San Vicente Mártir 

http://www.jdiezarnal.com/valenciasanvicentedelaroqueta.html




miércoles, 19 de enero de 2022

—On la tenen? —Al Portal de Valldigna

«—On la tenen?

—Al Portal de Valldigna, per ser ecologista és bastant fosca. He posat la directa: busque Manel Rubio. De seguida m’ha contestat que no el coneixia. Hi he insistit, estranyat. La dona m’ha reiterat que no sabia qui era. Per provar la solidesa dels seus coneixements, li he demanat pel Xapi, el que ha provocat una escissió; i, en efecte, m’ho ha confirmat. De manera que el tal Rubio no ha militat a l’organització».

Un dinar un dia qualsevol

Ferran Torrent



Portal de la Valldigna 1986. Francesc Jarque

 http://vicenticoaa.blogspot.com.es/ 


lunes, 17 de enero de 2022

—Júrame que en el cielo dan paella. —La dan. Te lo juro. Vídeo

«Al Semo lo sentaron en un taburete con el tronco bien erecto pegado al palo, pero antes de que el verdugo le pasara la argolla por el cuello, el condenado llamó al fraile capuchino en voz alta:

—¡Eh, tú, el de la barba!

—¿Es a mí? —preguntó el confesor desde una esquina del patio.

—Acércate.

—Dime, hijo. ¿Qué quieres?

—¿Seguro que no me has engañado?

—No, hijo mío. Pídele perdón a Dios.

—Júrame que en el cielo dan paella.

—La dan. Te lo juro.

—¿Todos los días?

—Sí, sí.

—¿Paella con pollastre y conejo?

—Con todo.

—Bueno, entonces ya pueden matarme.

—Ego te absolvo… —murmuró el capuchino.

—Pero una cosa te digo. Si me engañas me las vas a pagar —añadió el condenado un segundo antes de ser desnucado».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



La paella

sábado, 15 de enero de 2022

Que se celebrara en la Sala Xúquer ayudó

«Lo del marquesado nos pilló por sorpresa. Hacía años que vivíamos al otro lado del río, mi padre ya había muerto y aunque salir en el '¡Hola!' no entraba en mis planes, tampoco tenía nada que perder. Carecía de expectativas y el marquesado podía ser una salida laboral. Pensat i fet, me apunté al cursillo, una especie de 'Operación Triunfo' con gotitas de 'Gran Hermano' y 'Hotel Glamour'. Que se celebrara en la Sala Xúquer ayudó. Ni siquiera necesitaba sacar la vespa. El primer día hubo una conferencia a cargo de un tal Mariñas. O Peñafiel, ya no recuerdo. El mensaje me quedó claro: «Queridos futuros marqueses. Para ser marqués, lo más importante es querer ser marqués. Cuando uno quiere ser marqués acaba siendo marqués. A cada marquesado le corresponde un marqués y es vuestra obligación que vuestro marquesado sea digno de un buen marqués y como marqués vuestro que soy os prometo un marquesado». Un memo, uno al que enseguida apodaron Cap de Canoa, preguntó si marqués era más que conde. La pregunta se quedó sin responder. Ni puta idea, chaval. En el descanso, más abrumado que otra cosa, salí a tomarme un cortado en La Salamandra. Washington Peláez, el escritor argentino del barrio, tomaba notas en una servilleta. Me saludó con un leve movimiento de ceja. A lo Ancelotti».

El marquesado de Zurradores

Rafa Lahuerta Yúfera

https://www.lasprovincias.es/



Plaza Xúquer

VAHG


jueves, 13 de enero de 2022

Me tomaba un vino con aceitunas en la tasca Los Cerditos en la plaza del Patriarca

«Después de la clase de Corts Grau a veces me tomaba un vino con aceitunas en la tasca Los Cerditos en la plaza del Patriarca o iba con los compañeros a jugar al dominó al bar Mundo en la calle Juan de Austria, aquel bar que regentaba el delantero centro del Valencia.

—Algún día me gustaría escribir esa historia —dije.

—¿Qué historia? —preguntó el compañero de partida.

—La de ese tipo que quería ir al cielo sólo para comer paella todos los días».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Plaza del Patriarca. Circa 1950

Subida por Jose Luis Aroca Hernández a VAHG

Foro Remember


martes, 11 de enero de 2022

En eixa plasa Redona, que sempre es un guirigall. Vídeo

«En eixa plasa Redona,
que sempre es un guirigall,
té’l puesto de peixcadora
Mariquita la Ratà,
qu’es una viuda d’espenta
que viu en el Cabañal…

- Escolte, polla,
¿vól un quilo de rachá?
Li va dir a doña Paca,
cuant pasaba, la Ratá.

- ¿A cómo esos llangostinos?

- A dos duros, y es donat;
no veu qué frescs y qué hermosos,
semblen canónches votant.

- ¿A dos duros? Tres pesetas,
lo más que se puede dar.

- ¿Tres pesetes? Mala bruixa,
¿qué creu que yo els ha robat?

- Vacha y compre esparrellóns.

- No es pescado que m’agrá,
produce mucho vapor,
vamos, que huele muy mal.

- La que apesta y fa pudor
es vosté, morta de fam.

- ¡Insolente! ¡deslenguada!
daré parte al queneral
qu’es amigo de mi espozo.

- ¡Rulla, Besona, feu pas,
que s’acosta la marquesa
del Potet y del pual!

- Mire qu’aunque soy desente
la tendré que contestar.
¿Pa qué ponen los diarios
presio de tasa, pa ná?

- Tórques en ells… lo que vullga,
no’m fasa desinquetar,
perque l’agarre del moño
y l’arrastre per lo fanc.

Entre éstes y les atres,
aplegaren a les mans,
y per més que la fadrina
per la seu’ama torná,
aquella fiera marina,
de Maria la Ratá,
va mampendre a doña Paca
per derrere y per davant,
hasta qu’en una de tantes,
la peluca li arrancà,
deixant a la siñoreta
en lo cap més repelat,
que un quinto de infantería
el disapte per la esprá».

Falla del Carrer de las Pas, eixecutà per el Sircul de Belles Arts en 1924 (Sic)



La Plaza Redonda

domingo, 9 de enero de 2022

Fueron tantas veces que la cosa llegó a Telefónica

«Prometo que no teníamos afán de protagonismo, pero también éramos los últimos de la guía telefónica. La cosa era de manual. Zurradores, 18. O lo tomas, o lo dejas. Era un blasón incuestionable, el escudo de armas familiar, nuestra carta de presentación. Cada cierto tiempo el gracioso de turno llamaba para recordárnoslo, «Oiga, ¿no les da vergüenza ser los últimos de la guía telefónica?». Mi padre, que trabajaba de madrugada, no siempre era un modelo de simpatía Vodafone, así que utilizaba un lenguaje claro y directo para responder: «fill de puta, més que fill de puta, ja me'n vaig a cagar en la mare que t'ha parit, més que fill de puta, el dia que t'agarre te tallaré el ous i vorás qui és l'ultim de la guia telefonica». Fueron tantas veces que la cosa llegó a Telefónica. Ya en tiempos de Villalonga, el compañero de pupitre de Aznar, el de los Teleñecos, nos llamaron para ofrecernos el marquesado de la calle Zurradores. Dijimos que no, pero al rato dije que sí. Piénsalo bien, me dijo mi madre. Igual así aprendes a atarte los cordones de una vez. Es un acto de reparación, dijo Aznar. Por los agravios acumulados, insistió el señor Villalonga. Así, de esa manera, empezó la Memoria histórica».

El marquesado de Zurradores

Rafa Lahuerta Yúfera

https://www.lasprovincias.es/



Plaza de Emilio Castelar

A la derecha el edificio de Telefónica aún en construcción

http://www.jdiezarnal.com/valenciaentornoayuntamientoedificiotelefonica.html


viernes, 7 de enero de 2022

El delito de sangre se realizó en un campo de berenjenas o de tomates o de patatas

«Al Semo se le había nublado el seso un día de primavera cuando los naranjos estaban en flor y olían las rosas en la veranda de la alquería. Iba con un mellado azadón al hombro y la chica estaba junto a la acequia. En la vieja cuestión que se llevaban entre ellos esta vez casi no mediaron palabras. El delito de sangre se realizó en un campo de berenjenas o de tomates o de patatas, eso no quedó claro en el sumario, pero es seguro que olía a azahar, las abejas libaban y las golondrinas ya habían llegado. Después de todo, la hija de los guardeses parecía una fruta y alrededor de ella también había cerezas, nísperos y albaricoques ya maduros. Vivía entre naranjos como una novia con el grado exacto de azúcar y aquel gañán de la finca colindante la tenía largamente observada. La había requerido sin éxito otras veces por medio de algunos gruñidos y el sujeto ya conocía de sobra los gestos de desprecio con que la chica solía obsequiarle, pero él la soñaba de noche desnuda volando por el cielo del desván en la casa de labranza donde dormía».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Nuevo Mundo. 16 de abril de 1902


http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0001293246&page=17&search=&lang=es

https://fullesgroguesvoramar.blogspot.com/2019/03/crimen-monstruoso-en-la-huerta.html

miércoles, 5 de enero de 2022

Que fuera el mundo entero una juguetería

«Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas».

Las desiertas abarcas

Miguel Hernández 



Día de Reyes en el Cabañal

Archivo Rafael Solaz 


lunes, 3 de enero de 2022

Atravesaba el puente de la Trinidad

«Todos los días para ir a la facultad atravesaba el puente de la Trinidad bajo cuyos arcos la homicida del cine Oriente había dejado el vientre de su amante descuartizado dentro de un saco y cuando el sol de la mañana henchía mi corazón, lo atravesaba cantando en voz alta una canción de mi adorado Lorencito González. Cabaretera, mi dulce arrabalera, te quiero en mi pobreza y nunca he de cambiar… pero a veces también entonaba Violetas Imperiales, de Luis Mariano, o las Hojas Muertas de Charles Trenet y antes de entrar a clase me tomaba un bocadillo de atún en el bar Los Canarios de la calle la Nave». 

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Puente de la Trinidad y Museo Pio V. Fotografía de Frederic Flos y Gibernau de los años 20

Centre Excursionista de Catalunya

http://valenciadesaparecida.blogspot.com/2015/11/

sábado, 1 de enero de 2022

¡Brindo, por la felicidad pequeña, por el amor grande, por la sonrisa tierna!

«¡Brindo,
por una paz perenne (no sólo duradera),
que dure,
lo que dure el hombre en esta tierra!

¡Brindo,
por la alegría del planeta!
¡Brindo por el arroz y la lenteja!
¡Y porque todos tengamos un poeta!

¡Brindo,
por la felicidad pequeña,
por el amor grande,
por la sonrisa tierna!

¡Brindo con las copas de todos los árboles
de la tierra!

... Y brindo de verdad,
(-¡aunque no salga de esta borrachera!-)»

Brindis cotidiano

Gloria Fuertes



Nochevieja en la Peña Levantinista "La Granota"

Archivo de Rafael Solaz