«Todos los días para ir a la facultad atravesaba el puente de la Trinidad bajo cuyos arcos la homicida del cine Oriente había dejado el vientre de su amante descuartizado dentro de un saco y cuando el sol de la mañana henchía mi corazón, lo atravesaba cantando en voz alta una canción de mi adorado Lorencito González. Cabaretera, mi dulce arrabalera, te quiero en mi pobreza y nunca he de cambiar… pero a veces también entonaba Violetas Imperiales, de Luis Mariano, o las Hojas Muertas de Charles Trenet y antes de entrar a clase me tomaba un bocadillo de atún en el bar Los Canarios de la calle la Nave».
Tranvía a la Malvarrosa
Manuel Vicent
Puente de la Trinidad y Museo Pio V. Fotografía de Frederic Flos y Gibernau de los años 20
Centre Excursionista de Catalunya
http://valenciadesaparecida.blogspot.com/2015/11/
No hay comentarios:
Publicar un comentario