viernes, 31 de enero de 2020

Pero a mí me tocáis los cojones

«Antes de iniciarse la primera regata de la Copa América de Vela en el puerto de Valencia, sentado en la terraza del espléndido edificio Veles e Vents, entre gorilas y perros policías, recordé que en ese mismo lugar, en 1954, un viejo vendía cucuruchos de cacahuetes tostados. Ante su tenderete se le había formado una cola de marines de la Sexta Flota, parecidos a Popeye, que acaban de desembarcar. El viejo estableció un doble precio de forma automática: a cada Popeye le cobraba un duro por el cucurucho; en cambio a los clientes autóctonos, parejas de novios, niñeras y criadas les pedía solo un real, lo de siempre. Cuando la Policía Militar Norteamericana se dio cuenta de la trampa, se produjo un grave altercado entre la primera potencia del planeta y un resistente ibérico. “Vosotros os creéis los amos del mundo, pero a mí me tocáis los cojones”, gritaba el viejo mientras los polizontes yanquis forcejeaban con él para derribarle a patadas el negocio».

Desde el campo de regatas

Manuel Vicent

El País. 28 de julio de 2013



Marines Americanos en la actual Plaza del Ayuntamiento

https://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=1694463&page=371

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