miércoles, 12 de noviembre de 2025

Un perro solitario desenterró en un solar de la Malvarrosa unos brazos serrados

«Por esos días aparecieron detrás de una tapia, cerca de la vía del tren de Barcelona, dentro de un saco, unas piernas cortadas con un serrucho a la altura de las rodillas. Nadie dudó de que eran unas piernas de mujer puesto que estaban depiladas y con las uñas de los pies recién pintadas. Poco tiempo después un perro solitario desenterró en un solar de la Malvarrosa unos brazos serrados por las axilas que todavía llevaban pulseras de bisutería en las muñecas y algunas sortijas en los dedos».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Comisión fallera de La Malvarrosa camino de la Ofrenda

Avenida de la Malvarrosa

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lunes, 10 de noviembre de 2025

Yo aún recordaba muchos detalles del crimen del cine Oriente, en la calle Sueca

«Aunque había sucedido un par de años antes yo aún recordaba muchos detalles del crimen del cine Oriente, en la calle Sueca de Valencia. De pronto un día de junio todo el patio de butacas había comenzado a oler de una forma insoportable y el dueño le dijo a la señora de la limpieza que se esmerara un poco más. Al principio se pensó que habría alguna rata muerta en algún rincón, y pese a que se trataba de un cine popular del barrio de Ruzafa donde daban tres películas por dos pesetas de entrada muchos pensaban que no tenía por qué oler a rata muerta».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Cine Oriente

Calle Sueca


sábado, 8 de noviembre de 2025

Tirados por los percherones

«Y la novia iba vestida de blanco con un ramo de flores silvestres en la mano que arrojó a la cuneta y por la carretera ya estaba amaneciendo cuando se juntó con los carros de labranza que salían del campo tirados por los percherones».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Carro enjaezado

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jueves, 6 de noviembre de 2025

Tu tía Pura me ha dicho que quieres ser misionero

«—Tu tía Pura me ha dicho que quieres ser misionero. ¿Es eso cierto?

—Sí.

—¿Y piensas ir a África a bautizar negritos?

—Sí.

—¿Y no crees que puedes salvar almas aquí sin ir tan lejos?

—No sé.

—¿Y si te pincho sin querer me perdonarás?

En una de las pruebas la modista me pinchó con el alfiler en una tetilla y con ese motivo ella me abrazó con fuerza por primera vez para pedirme perdón».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Domund 1965

Estación del Norte

Todocolección

martes, 4 de noviembre de 2025

Esa tarde en el taxi de Agapito me acordaba de ella

«Esa tarde en el taxi de Agapito me acordaba de ella y aún la veía tomando el vermut rojo durante aquel crepúsculo poco antes de que cogiera a su amigo por la cintura y ambos se metieran en la tienda de campaña y allí dentro en la oscuridad encendieran una vela que iluminaba sus cuerpos desnudos celebrando un coito ante unos veinte huertanos sentados en las sillas de tijera. Ahora allí en el chiringuito de Manolo seguía cantando Machín mira que eres linda».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Taxi en la Plaza de la Reina

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domingo, 2 de noviembre de 2025

El niño sin ropa mece un balandro

«El niño sin ropa
mece un balandro
que su padre pescador
le ha tallado
en las noches desnudas
con las manos huesudas
y su sempiterno silencio.

Nacido junto al mar,
al crecer emigró
a una ciudad
alejada de la playa
donde alimentaba
cenas frías en veranos calurosos
con el recuerdo
de los juegos de la infancia.

Una mañana de junio
regresó al mar
para el funeral
del padre pescador.

En la cabaña del pobre hombre
-los pescadores no son nunca ricos hacendados-
descubrió
entre los aparejos y redes de pesca
el balandro intacto,
sin polvo y con olor de pintura fresca.

Estuvo toda la mañana
en la playa
con el traje de luto empapado
llorando
por él y por su padre,
hasta que la voz enérgica de la hermana mayor
reclamó su presencia
para no sé que papeles de la herencia.

Ella se lo quedó todo menos el balandro».

Golondrinas suicidas

Javier Solé



El balandrito. Playa del Cabañal. 1909

Joaquín Sorolla y Bastida

Óleo. 100 x 110

Museo Sorolla

viernes, 31 de octubre de 2025

A lo sonoro llega la muerte como un zapato sin pie

«Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel del alma.

Hay cadáveres,
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos,
como un sonido puro,
como un ladrido de perro,
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.

Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,
el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.

A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado como un árbol.

Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra,
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.

Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos;
la muerte está en la escoba,
en la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo.

La muerte está en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde está esperando, vestida de almirante».

Sólo la muerte

Pablo Neruda



Entierro camino del Cementerio del Cabañal

Calle Doctor Lluch - Travesía Pescadores

Robert Frank. 1952