martes, 19 de noviembre de 2024

Conchita Piquer se enteró de que el 30 de marzo de 1939 las tropas nacionales habían entrado en Valencia

«Conchita Piquer se enteró de que el 30 de marzo de 1939 las tropas nacionales habían entrado en Valencia y que se había sacado la imagen de la Virgen de los Desamparados del Ayuntamiento, donde había estado guardada para que las hordas no la destruyeran, y que se había celebrado en la plaza principal una misa de acción de gracias por la victoria, con todo el público arrodillado a los pies de la patrona de la ciudad».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Desfile de las tropas franquistas en la actual plaza del Ayuntamiento el 31 de marzo de 1939 

Foto Finezas

Bivaldi

domingo, 17 de noviembre de 2024

Para que lo enterrasen junto al de su marido Pascualet en el cementerio de Benicalap

«Una mañana de abril de 1937 estaban sentados los tres —Conchita, su hermana Anitín y el torero Márquez— en un bar de la Campana cuando de repente la Piquer se echó mano a la garganta como si se ahogara y exclamó: 

—Acaba de morir nuestra madre.

—Pero ¿qué dices? No puede ser, por Dios.

—Sé muy bien lo que me digo. Lo he sentido aquí, es un presentimiento. 

La noticia de que en Madrid había muerto la señora Ramona llegó poco después. Conchita no supo si fue solo de pena, si la agonía fue larga o si falleció de repente. Cuáles fueron sus últimas palabras lo supo terminada la guerra, cuando se lo contó su hermana Carmen. 

—Murió con tu nombre en los labios, delirando recuerdos del barco que os llevó a Nueva York, de un paseo por Central Park, palabras entrecortadas en valenciano que contaban cosas de la huerta. 

—¿Cómo fue?

—Se fue muy tranquila, sin sufrir, pero con mucha pena por lo que estaba pasando. Murió de tristeza al ver que para vivir teníamos que vender los muebles más valiosos. Por eso la casa está medio destartalada.

—¿A qué hora murió?

—Hacia las once de la mañana del 3 de abril.

—Fue el momento en que sentí el ahogo en la garganta —dijo Conchita Piquer.

Antonio Márquez había tomado las riendas de la familia y propuso iniciar gestiones para llevar el cadáver de la señora Ramona a Valencia para que lo enterrasen junto al de su marido Pascualet en el cementerio de Benicalap, pero enseguida hubo de desistir, porque los dos habían sido sepultados en una fosa común. Y en ese momento la señora Ramona llevaba meses enterrada en el cementerio de la Almudena».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Benicalap

Calle de José Grollo y la iglesia de San Roque

A la izquierda la Plaza de Benicalap y a la derecha la calle de Almiserat. Años 70

Foto subida al Foro Remember Valencia I. Entrada 8755

viernes, 15 de noviembre de 2024

Miguel de Molina hizo centenares de funciones benéficas entre bombas y metrallas

«Era un artista muy popular y el correspondiente comité aceptó la idea. Miguel de Molina hizo centenares de funciones benéficas entre bombas y metrallas. Se convirtió en un ídolo del ejército republicano. Así fue como las canciones «Ojos verdes» y «La bien pagá» comenzaron a sonar a lo largo de todas las trincheras republicanas».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Miguel de Molina


miércoles, 13 de noviembre de 2024

Era un artista muy popular y el correspondiente comité aceptó la idea

«En las corridas que se celebraban en Valencia los toros llevaban escrito con cal en el costillar el visto bueno de control del comité de UGT y de CNT, las dos organizaciones sindicales de la época. Los toreros salían a la plaza puño en alto, como en Sevilla lo hacían saludando al estilo romano. Miguel estaba en su salsa hasta que un día lo llamaron a filas para enviarlo al frente. Mientras le tomaban la talla, el cantaor buscaba la forma de escabullirse haciéndose el gracioso.

—Oiga, mi capitán, que yo soy corto de vista.

—¿Y qué? 

—Y tengo muy mala puntería. Y además, estoy cagadita de miedo. 

—No importa, Miguela. Tú échate al suelo, mira hacia delante, cierra un ojo, aprieta el gatillo y con eso basta. 

 —En lugar de pegar tiros para matar fascistas, ¿por qué no me dejan montar una pequeña compañía de varietés? Podría dar espectáculos en el frente para animar a las tropas y recaudar de paso dinero para la República.

 —Siendo como eres de cobarde y de gracioso, y con todo lo demás que arrastras, lo tuyo no está mal pensado. Lo voy a consultar con el mando.

Era un artista muy popular y el correspondiente comité aceptó la idea».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Miguel de Molina


lunes, 11 de noviembre de 2024

En el estriptis del cabaret Bataclán

«Miguel de Molina se hallaba en Valencia cuando empezó la guerra, donde el desmadre había roto todas las aguas. En el estriptis del cabaret Bataclán, la vedete se iba despellejando y al final se quedaba en una braga sucinta con los colores rojo, amarillo y morado de la bandera republicana. Desde el escenario, la artista invitaba a subir con ella a un valiente del público que se atreviera a arrancársela con los dientes. Todas las noches había cola de voluntarios».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Sala Bataclán

Levante EMV

sábado, 9 de noviembre de 2024

¿Sabes que en un teatro de Broadway encontró una tarjeta postal tuya en la que apareces desnuda bajo un mantón de Manila?

«—Salió corriendo y no paró hasta llegar a Nueva York. ¿Sabes que en un teatro de Broadway encontró una tarjeta postal tuya en la que apareces desnuda bajo un mantón de Manila? Federico cuenta una historia muy bonita. Dice que mandó esa foto a sus amigos de la Residencia de Estudiantes y allí se la pasaban unos a otros con derecho a tenerla cada uno durante una semana clavada con cuatro chinchetas en su habitación. Dalí llegó a pintar una acuarela. 

—No me mientas —exclamó la Piquer.

—Federico quiere que cantes sus poemas. Piensa escribir algunas letras para ti —le juró el soldadito.

—¿Y tú también eres poeta?

—Hago versos. 

—¿Escribirás para mí? 

—Sí».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Conchita Piquer

jueves, 7 de noviembre de 2024

Pero es inimaginable que la Virgen de los Desamparados atendiera las súplicas taurinas

«Nunca iba a la plaza a verlo torear. Tampoco era esa clase de mujer que enciende una vela y se queda en casa rezando a una Virgen para que lo proteja de las astas del toro. Puede que la Macarena sirviera para el caso, pero es inimaginable que la Virgen de los Desamparados atendiera las súplicas taurinas, no era esa su especialidad, bastante tenía con protegerla a ella a la hora de desafiar a las figuras del momento —Pastora Imperio, la Argentinita, Imperio Argentina, la Goya, sus rivales íntimas—, para mantenerse en la cabecera del cartel con letras muy grandes que se pudieran leer de lejos».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Procesión de la Virgen de los Desamparados

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