«A continuación, envió a Marga un correo de estricto contacto. A esas alturas, la muchacha debía de estar ya en Valencia, si todo se había desarrollado según lo previsto. Efectivamente, casi en tiempo real, Marga le contestó que estaba esperando su regreso en la ciudad del Turia con un buen vaso de horchata granizada en la mano y la gran playa de la Malvarrosa enfrente».
La cruz de los ángeles
Antonio Lázaro
La horchata
No hay comentarios:
Publicar un comentario