«—¿Y Pau? —murmuré, viéndola todavía inconsciente—. ¿Por qué la habéis traído? ¿Y por qué habéis atacado a la profesora Alessandra? Ella no tenía nada que ver con esto. Además —tragué saliva—, si lo que queréis es vuestro grial, os bastaba con cogerlo de la catedral de Valencia.
—Joder, Parcival. Dicho así parece fácil...
—No lo comprendes aún, ¿verdad? —lo atajó Luis entre dientes—. A nuestro jefe no le gusta dejar cabos sueltos».
El fuego invisible
Javier Sierra
Catedral de Valencia
Todocolección
No hay comentarios:
Publicar un comentario