«Vino a Valencia aquella tarde de noviembre Vicentico Bola en la vespa con un gorro ruso de astracán en la cabeza y todo el pecho forrado de periódicos. Antes de ir al barrio chino a encamarse en casa de Madame Doloretes que era su destino final, pasó por la residencia a visitarme, apagó el flexo que en mi mesa iluminaba la letra de cambio de Derecho Mercantil y tiró de mi manga diciendo que me invitaba a una copa en Mocambo, un antro de lujo que yo no conocía.
Caía sobre Valencia un crepúsculo amoratado y todo el neón crepitaba en la cafetería Barrachina donde Bola primero se comió dos bocadillos de blanco y negro hechos con butifarra y longaniza».
Tranvía a la Malvarrosa
Manuel Vicent
Barrachina
https://www.dolcecity.com/valencia/2014/07/cafeterias-restaurantes-y-lugares-publicos-miticos-de.asp
Yo trabajé 17 años allí que tienpos
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