miércoles, 30 de octubre de 2024
Con el traje de luto empapado llorando
lunes, 28 de octubre de 2024
En el dorado exilio de Menton acababa de morir Blasco Ibáñez
«En el baile también había prebostes con fajín en la barriga a quienes la revolución que se avecinaba los mandaría al sumidero de la historia. Eran espectros de la aristocracia reflejados en el espejo de sudor de otros carcamales de la oligarquía. En el dorado exilio de Menton acababa de morir Blasco Ibáñez, y la Piquer ya lo tenía llorado. Pudo haber sido su padrino en la presentación del teatro Principal de Valencia, como le había prometido, y luego se habrían paseado juntos en landó por la Alameda, pero la libertad no había llegado a tiempo de celebrar este sueño».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
sábado, 26 de octubre de 2024
La tarde de un 14 de abril
«La tarde de un 14 de abril sobre el fragor de una humeante multitud que habían depositado en la plaza los tranvías cargados de gente con el corazón inflamado. Aquel viento premonitorio de la libertad traía entre sus pliegues la voz de Conchita Piquer, que cantaba «La Trianera», compuesta por el maestro Quiroga».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
jueves, 24 de octubre de 2024
Desde el tocador del hotel Palace oía el rumor de la fiesta
«Desde el tocador del hotel Palace oía el rumor de la fiesta que discurría bajo la cúpula de vitrales del salón principal, y allí rodeado de amigos permanecía el maestro Penella, echando el tronco hacia atrás con cada carcajada. La Piquer salió del aseo con los ojos enceguecidos. ¿Cómo era posible que la hubiera engañado y que ella no se hubiese dado cuenta después de tantos años? De pronto en su imaginación comenzaron a encajar ciertas piezas a las que ella en su momento no había dado importancia, algunas ausencias extrañas, aquella carta que le envió a Penella desde Chile una desconocida, su silencio embarazoso cuando alguien le preguntaba por la familia. ¿Cómo había sido tan ingenua siendo tan espabilada, teniendo como tenía un olfato tan fino? La última cumbre borrascosa acababa de empezar. Conchita salió del cuarto de baño, cruzó la fiesta apartando con las caderas a cuantos se oponían a su paso, se acercó al corro de amigos, se plantó ante Penella, volcó sin querer la bandeja de un camarero, y el ruido de cristales rotos de copas y botellas en el suelo coincidió con las dos sonoras bofetadas que bajo el esplendor de la cúpula y sin avisar le arreó en toda la cara a su amante.
—Esta para que aprendas a no mentir, y esta otra de despedida —le gritó».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
martes, 22 de octubre de 2024
Yo era un crío que curioseaba entre los barcos amarrados y los tinglados y grúas de los muelles
«Y estando sentados frente al puerto, (…) empezamos a charlar de los viejos tiempos, y de cuando yo era un crío que curioseaba entre los barcos amarrados y los tinglados y grúas de los muelles. Y salieron personajes de entonces, resaca de la vida que cualquier puerto hacía numerosa en aquellos tiempos. Tipos pintorescos, graciosos, singulares, que permanecen anclados en mi infancia. Unos porque los conocí, y otros porque oí hablar de ellos. Muchos eran infelices, pobre gente objeto de las burlas de las tertulias y los bares del puerto y la calle Mayor. Se llamaban Popeye, Antoñico, el Curiana, o aquellos legendarios Pichi, el Negro del Muelle, el Jaqueta —que toreaba a los automóviles con periódicos y saludaba luego a un tendido imaginario—, y don Ginés, que durante la guerra mundial se había creído Hitler, y pasó el resto de su vida escuchando a los guasones locales preguntarle, muy serios, qué tal iban las cosas por el Tercer Reich. También estaba aquel cochero de la funeraria al que los chiquillos le decían, en choteo: «¿Nos das una vuelta?», y él contestaba: “Cuando se muera tu madre la voy a llevar por todos los baches”».
El Gramola
Con ánimo de ofender
Arturo Pérez Reverte
domingo, 20 de octubre de 2024
Mientras remontaba la AP 7 en dirección hacia Barcelona
«El legionario nunca se equivocaba en esas predicciones. Suspiró hondo mientras remontaba la AP 7 en dirección hacia Barcelona. Uf, había salvado la situación».
La gallera
Ramón Palomar
viernes, 18 de octubre de 2024
Franco en la radio, Franco en los periódicos, Franco en las oficinas
«Franco en la radio, Franco en los periódicos, Franco en las oficinas, Franco en carteles que tapizan los muros de la Patria, Franco en los escaparates de las tiendas que han recibido orden de los presidentes de las Cámaras de Comercio de adornarse con fotografías del Caudillo y alguna de estas leyendas: «¡Franco, Franco, Franco!», «Gloria al Caudillo», «España, Una, Grande y Libre», «Por la Patria, el Pan y la Justicia». La patriótica decoración "se debe realizar con arreglo a la sobriedad y sencillez clásicas de la Falange"».
Los años del miedo
Juan Eslava Galán
miércoles, 16 de octubre de 2024
Era tanto como si se hundiera Valencia, o como si se borrase del mapa
«Aquel acontecimiento era más extraordinario que la nieve. Era tanto como si se hundiera Valencia, o como si se borrase del mapa: bueno, unos meses más tarde estuvo a punto de desaparecer del mapa la ciudad, por culpa de una inundación, y las palabras de los locutores de la radio y las imágenes del Nodo contando aquellas jornadas me parecieron, desde el cuarto de La Coruña en que mi madre cosía (acabábamos de trasladarnos allí), nuevos datos que confirmaban que en aquella ciudad seguía desarrollándose alguna clase de guerra. La guerra, para mí, tenía que ver con el sufrimiento y la irregularidad: eso es lo que me habían transmitido mis familiares».
El año que nevó en Valencia
Rafael Chirbes
lunes, 14 de octubre de 2024
Y que en 1957 la riada de Valencia derrumbó
«Constituido por una plataforma circular con un pedestal en el centro y un busto de Sorolla rodeado por 10 columnas toscanas y por la que se ascendía desde la playa por cuatro escaleras y rampas. Las columnas estaban ensambladas por un friso en el que se leía “1863 VALENCIA A SOROLLA 1923” y que en 1957 la riada de Valencia derrumbó siendo el fin del monumento que Valencia dedicó al mejor pintor de todos los tiempos que ha dado la ciudad».
Tiempos difíciles
Eduardo Andrés Conejero
sábado, 12 de octubre de 2024
James Bond acabó cuarteado en la paella dominical
«El patriarca también les bautizaba.
Dedicaba todo su esmero y gracejo a esa tarea. Prerrogativas del mando. Rambo, Kempes, James Bond, Chuck Norris, Van Damme, Bruce Lee, Cassius Clay, Perico Fernández y Toro Salvaje eran algunos de esos nombres.
El patriarca controlaba la pureza de la raza de sus gallos. James Bond resultó un gallo perdedor y el patriarca decidió que no había acertado con el nombre. Qué se podía esperar de un tipo que vestía esmoquin con pajarita y que bebía Martini mezclado con mierda líquida desconocida… James Bond acabó cuarteado en la paella dominical».
La gallera
Ramón Palomar
jueves, 10 de octubre de 2024
No les falta de nada, a los gallos de su propiedad
«Y cómo entrenaban a los gallos… Con qué devoción y mimo y cariño y sensibilidad y ternura…
No les falta de nada, a los gallos de su propiedad. Durante los meses de buen tiempo les instalaban en la azotea y el cocoricó mañanero se propagaba por el aire hasta flotar sobre las aguas de la Albufera».
La gallera
Ramón Palomar
martes, 8 de octubre de 2024
Era un 9 de octubre
«Era un 9 de octubre, festividad de San Donís, patrón de los pasteleros. Ese día se celebraba en Valencia la tradición de la mocadorada: los enamorados se obsequiaban con un pañuelo repleto de dulces, frutos secos y peladillas. Los novios ricos solían anudar el pañuelo con una pulsera o una sortija de valor pero ese día en que llegué a Valencia yo no tenía a nadie a quien dar un caramelo.
domingo, 6 de octubre de 2024
Allò que val és la consciència de no ser res si no s’és poble
i patiràs, i esperaràs,
i aniràs sempre entre la pols,
et seguirà una polseguera.
I tindràs fam i tindràs set,
no podràs escriure els poemes
i callaràs tota la nit
mentre dormen les teues gents,
i tu sols estaràs despert,
i tu estaràs despert per tots.
No t’han parit per a dormir:
et pariren per a vetlar
en la llarga nit del teu poble.
Tu seràs la paraula viva,
la paraula viva i amarga.
Ja no existiran les paraules,
sinó l’home assumint la pena
del seu poble, i és un silenci.
Deixaràs de comptar les síl.labes,
de fer-te el nus de la corbata:
seràs un poble, caminant
entre una amarga polseguera,
vida amunt i nacions amunt,
una enaltida condició.
No tot serà, però, silenci.
Car dirà la paraula justa,
la diràs en el moment just.
No diràs la teua paraula
amb voluntat d’antologia,
car la diràs honestament
iradament, sense pensar
en ninguna posteritat,
com no siga la del teu poble.
Potser et maten o potser
se’n riguen, potser et delaten;
tot això són banalitats.
Allò que val és la consciència
de no ser res si no s’és poble.
I tu, greument, has escollit.
Després del teu silenci estricte,
camines decididament».
Assumiràs la veu d’un poble
Llibre de meravelles. 1956 - 1958
Vicent Andrés Estellés
viernes, 4 de octubre de 2024
Mislata era un pueblo con identidad propia
«A todos los efectos administrativos, Mislata era un pueblo con identidad propia, pero la gran urbe, Valencia, lo había absorbido con voracidad de pez espada y por eso la gente hablaba de él como si fuese un barrio periférico. Y allí, concretamente en el número nueve de la calle Dos de Mayo, se ubicaba el cuartel general del Chino, donde tiempo ha vapulearon a los chicos del Rubio con ese Gusano que se libró de la somanta esprintando como un velocista olímpico».
La gallera
Ramón Palomar
miércoles, 2 de octubre de 2024
Donde mercadeaban con los alijos habituales de coca, jaco y costo
«Sus confites le indicaban la dirección donde mercadeaban con los alijos habituales de coca, jaco y costo. Tacita a tacita. Papelina a papelina. Gramo a gramo. Él vigilaba. Anotaba las rutinas mentalmente. Destripaba el carácter de los compradores. Taladraba sus personalidades. Ése era valiente; ése, cobarde; ése, prudente; ése, descerebrado; ése, maricón; ese otro, mentiroso compulsivo. Y acertaba siempre. Pleno al quince. Observaba el tránsito. Carrusel de yupis amantes del polvo blanco, escoria humana buscando otro chute, porreros de hueso laxo comprando sus ensoñaciones rastafaris de contrabando moruno».
La gallera
Ramón Palomar