lunes, 11 de noviembre de 2024

En el estriptis del cabaret Bataclán

«Miguel de Molina se hallaba en Valencia cuando empezó la guerra, donde el desmadre había roto todas las aguas. En el estriptis del cabaret Bataclán, la vedete se iba despellejando y al final se quedaba en una braga sucinta con los colores rojo, amarillo y morado de la bandera republicana. Desde el escenario, la artista invitaba a subir con ella a un valiente del público que se atreviera a arrancársela con los dientes. Todas las noches había cola de voluntarios».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Sala Bataclán

Levante EMV

sábado, 9 de noviembre de 2024

¿Sabes que en un teatro de Broadway encontró una tarjeta postal tuya en la que apareces desnuda bajo un mantón de Manila?

«—Salió corriendo y no paró hasta llegar a Nueva York. ¿Sabes que en un teatro de Broadway encontró una tarjeta postal tuya en la que apareces desnuda bajo un mantón de Manila? Federico cuenta una historia muy bonita. Dice que mandó esa foto a sus amigos de la Residencia de Estudiantes y allí se la pasaban unos a otros con derecho a tenerla cada uno durante una semana clavada con cuatro chinchetas en su habitación. Dalí llegó a pintar una acuarela. 

—No me mientas —exclamó la Piquer.

—Federico quiere que cantes sus poemas. Piensa escribir algunas letras para ti —le juró el soldadito.

—¿Y tú también eres poeta?

—Hago versos. 

—¿Escribirás para mí? 

—Sí».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Conchita Piquer

jueves, 7 de noviembre de 2024

Pero es inimaginable que la Virgen de los Desamparados atendiera las súplicas taurinas

«Nunca iba a la plaza a verlo torear. Tampoco era esa clase de mujer que enciende una vela y se queda en casa rezando a una Virgen para que lo proteja de las astas del toro. Puede que la Macarena sirviera para el caso, pero es inimaginable que la Virgen de los Desamparados atendiera las súplicas taurinas, no era esa su especialidad, bastante tenía con protegerla a ella a la hora de desafiar a las figuras del momento —Pastora Imperio, la Argentinita, Imperio Argentina, la Goya, sus rivales íntimas—, para mantenerse en la cabecera del cartel con letras muy grandes que se pudieran leer de lejos».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Procesión de la Virgen de los Desamparados

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martes, 5 de noviembre de 2024

Luego, todavía enmascarados, se sentaron a una mesa cerca del jolgorio

«Sonaba todo a zarzuela barata pero el nudo ya estaba hecho. Se levantaron del suelo los dos y siguieron danzando juntos hasta la extenuación. Luego, todavía enmascarados, se sentaron a una mesa cerca del jolgorio y comenzaron a hablar a gritos opacados por aquel estruendo ensordecedor de bombos y trompetas que llenaba el local. Las serpentinas y el confeti que se desprendían desde los palcos envolvían las palabras que se cruzaban entre las dos máscaras. Todo tenía un aire de ficción en medio de la furia por huir de la vida que cada uno arrastraba: ella, del boxeador Uzcudun; él, de un aburrimiento matrimonial con una señora muy fina y millonaria. No tenía ningún valor cuanto se dijeran: los halagos, las promesas, los requiebros; ni siquiera estaban seguros de su identidad».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



La Fiesta del Carnaval en Valencia

Teatro Principal

Mundo Gráfico. 12 de marzo de 1924

domingo, 3 de noviembre de 2024

Toda España era todavía un esperpento con un rey lechuguino, el tal Alfonso XIII

«Toda España era todavía un esperpento con un rey lechuguino, el tal Alfonso XIII, más propenso a matar faisanes en la Casa de Campo y a degustar películas porno servidas en bandeja a domicilio que a salvar a la patria del marasmo en que la había sumido la guerra de Marruecos».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Los Reyes Alfonso XIII y su mujer Victoria Eugenia en "La Coronación de la Virgen de los Desamparados"

Valencia 12 de mayo de 1923 


viernes, 1 de noviembre de 2024

Por eso me sobrecoge el entierro

«¡Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos!, ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra!.

Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir.

Yo siempre estoy esperando a que los muertos se levanten, que rompan el ataúd y digan alegremente: ¿por qué lloras?.

Por eso me sobrecoge el entierro. Aseguran las tapas de la caja, la introducen, le ponen lajas encima, y luego tierra, tras, tras, tras, paletada tras paletada, terrones, polvo, piedras, apisonando, amacizando, ahí te quedas, de aquí ya no sales.

Me dan risa, luego, las coronas, las flores, el llanto, los besos derramados. Es una burla: ¿para qué lo enterraron?, ¿por qué no lo dejaron fuera hasta secarse, hasta que nos hablaran sus huesos de su muerte?.

¿O por qué no quemarlo, o darlo a los animales, o tirarlo a un río?.

Habría que tener una casa de reposo para los muertos, ventilada, limpia, con música y con agua corriente.

Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir».

Qué costumbre tan salvaje

Jaime Sabines



Entierro camino del Cementerio del Cabañal

Calle Doctor Lluch - Travesía Pescadores

Robert Frank. 1952