«Yo era todavía un adolescente muy puro cuando Vicentico Bola me llevó a la capital a que me desvirgaran. Mi padrino se llamaba Bola porque pesaba ciento treinta kilos en canal. De niño lo alimentaron con polvos pinos y además su familia tenía una tienda de ultramarinos, de cuyo dintel colgaban dos piñas de plátanos. Siempre que Bola entraba o salía de su establecimiento, al pasar por debajo, levantaba ambos brazos a la vez y de forma automática sin mirar agarraba dos plátanos y se los zampaba. Pero este gordinflón debía toda su fama a que era el rey del cabaret».
Tranvía a la Malvarrosa
Manuel Vicent
Barrio chino. 1972
Joaquín Collado


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