lunes, 8 de abril de 2019

El alguacil dio por terminado el juicio a falta de denunciantes

«Sara y Alejandra estaban en primera fila, seguidas de Lluís y Pepe.    

Inspeccionaron los rostros de los ocho hombres a medida que pasaron por su lado intentando localizar la cara de la fotografía del periódico que minutos antes habían estudiado. Inconscientemente, sus ojos buscaron la merma de uno de sus dedos en la mano derecha. Habían llegado con la suficiente antelación como para coger unos sitios privilegiados y, atentos, intentaban no perderse detalle. Lo localizaron enseguida y lo vieron sentarse en el sillón correspondiente a la acequia de Favara. A pesar de haber pasado miles de veces por aquel lugar, nunca habían tenido la ocasión de presenciarlo. Los observadores de su alrededor grababan las escenas inmortalizándolas en sus cámaras. Ellos simplemente se limitaron a ver y escuchar… El alguacil, después de solicitar la venia presidencial, empezó a nombrar acequia por acequia esperando que algún labrador procedente de los nombres que iba mencionando se presentara para exponer su denuncia. Para el desconsuelo de ellos, nadie se presentó. El alguacil dio por terminado el juicio a falta de denunciantes y, en pocos minutos, fue disuelto ante el revuelo de los asistentes. El alguacil, seguido de los componentes del Tribunal, regresó de nuevo a la Casa Vestuario hasta la semana próxima. Sara y Alejandra se miraron perplejas ante la rapidez con la que se había concluido. Tenían que ponerse en contacto con algún componente del jurado, pero se habían quedado en blanco y no sabían por dónde empezar».

Las doce llaves

María Villamayor


Tribunal de las Aguas

Todocolección

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