sábado, 2 de julio de 2022

Eso está fuera de la ley —dijo la autoridad—. A este pueblo no se viene a enseñar el culo

«Aquella noche yo estaba tratando de encontrar en el dial del telefunken la emisora de la Pirenaica cuando oí el tumulto. El aparato crepitaba como una freiduría de boquerones y una voz gangosa que iba y venía de las ondas relataba incomprensibles rebeliones de obreros que habían sucedido en Barcelona. El enano sangriento del Pardo seguía metiendo en la cárcel a los esforzados luchadores por la libertad y el pueblo hambriento… Yo no comprendía nada. Entonces la radio Pirenaica me daba un poco de risa. A mí me gustaba más radio París donde hablaba Madariaga y Álvarez del Vayo, pero aquella noche de verano las soflamas antifranquistas de la Pirenaica que llegaban de Praga se unían a las canciones del Titi en la plaza del pueblo, cuando la luna sale, sale de noche y un amante la espera en cada reja, luna, luna de España cascabelera… y de pronto se oyeron gritos desaforados del público que obedecían a un gran altercado. Una bailarina estaba en el tablado bailando un mambo y daba aire a sus muslos y en las revoleras enseñaba sus bragas rojas. Uno de los serenos con gorra de plato se acercó al pie de la tarima en medio de la plaza y con el puño curvo de la garrota enganchó a la artista por la pantorrilla y sin más la derribó.

—Eso está fuera de la ley —dijo la autoridad—. A este pueblo no se viene a enseñar el culo».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent


Rosita Amores en el escenario del Teatro Alkázar de Valencia

http://www.rafaelcastillejo.com/vedetrositaamores.html


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