«El coche movido con gasolina (estrictamente racionada) se sustituye por el gasógeno; un fogón añadido a la trasera del vehículo en el que la combustión de carbón, madera o desperdicios produce un gas que hace funcionar el motor a trancas y barrancas, y al 30 por ciento de su potencia. Tiene el inconveniente de que va dejando un rastro de hollín en el aire, y que de vez en cuando se ahoga, y obliga al chófer a hurgar el hornillo con un gancho de hierro para avivar la combustión».
Los años del miedo
Juan Eslava Galán
Vehículo a gasógeno. 1941
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