«Batiste fué afeitado con bastante suerte, mientras escuchaba, hundido en el sillón de esparto y teniendo los ojos entornados, la lectura del maestro, hecha con voz nasal y monótona, sus comentarios y glosas de hombre experto en la cosa pública. No sacó más que tres raspaduras y un corte en la oreja. Otras veces había sido más. Dió su medio real, y se metió en la ciudad por la puerta de Serranos.»
La barraca
Vicente Blasco Ibáñez
Calle Serranos a través de las puertas de las Torres de Serranos, al fondo la torre de San Bartolomé
Pinterest
No hay comentarios:
Publicar un comentario