«El padre España abría una cajita de plata, se introducía una pizca de rapé en la nariz y luego me decía:
—Tu padre está fuera de este mundo. No le hagas caso. Tú debes servir a Cristo con alegría.
—Sí, sí.
—¿Ya tienes novia?
—No.
—En Valencia hay chicas muy guapas. ¿A qué esperas? Tienes que encontrar a una chica muy guapa que te lleve a Cristo. No hagas caso a tu padre, que es muy antiguo».
Tranvía a la Malvarrosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario