«Pocos minutos después, el taxista le dejaba en la dirección acordada. La Avenida Blasco Ibáñez era una de las más grandes de Valencia y estaba saturada de coches que en la hora punta acudían a su puesto de trabajo. Apenas tuvo que esperar, un Mercedes S450CDI de color plata se detuvo a su lado. Alejandra se giró hacía él, le había parecido que su conductor le había hecho alguna seña. Efectivamente así era. Augusto Fonfría se encontraba al volante. Ella abrió la puerta y entró. Un fuerte olor a perfume masculino la emborrachó».
Las doce llaves
María Villamayor
Paseo Valencia al mar, actual avenida Blasco Ibáñez
Todocolección
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