domingo, 20 de noviembre de 2022

Hasta la playa de la Malvarrosa en la abarrotada plataforma del tranvía

«Un estrato entero del alma lo ocupaba el sabor dulzón que emanaban las butacas raídas del teatro Ruzafa. En él reinaba Gracia Imperio, ella sola. Y después estaba el sudor y las campanas de los tranvías y los raíles que rechinaban dentro del bochorno del asfalto hervido. Había un camino interior que yo recorría a través de ese sudor hasta la playa de la Malvarrosa en la abarrotada plataforma del tranvía. En medio de los cuerpos pegajosos estaba aquella chica valenciana agarrada a la barra con el brazo en alto que dejaba al aire la axila empapada y ella vestía una falda bajo la cual podían adivinarse sus ancas partidas y llevaba una blusa de flores muy repleta de senos. Las sacudidas del tranvía hacían trabajar las caderas de los viajeros para mantener el equilibrio pero algún vaivén más violento formaba oleadas de carne apelmazada y de pronto te veías incrustado en los cuerpos de alrededor y de ellos sorbías el sudor y el aliento».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Tranvía a la playa

Actual plaza del Ayuntamiento



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