martes, 31 de diciembre de 2024
¡Brindo, por la felicidad pequeña, por el amor grande, por la sonrisa tierna!
domingo, 29 de diciembre de 2024
Yo estaba en el puerto de Valencia cuando, en plena República, trajeron desde Menton su cadáver
«Me acuerdo mucho de Blasco Ibáñez. Yo estaba en el puerto de Valencia cuando, en plena República, trajeron desde Menton su cadáver. Era un buen amigo, la verdad. Más de cinco años hacía que había muerto. Estoy viendo el acorazado Jaime I, buque insignia de la armada española, adornado con gallardetes y banderas, al que daban guardia de honor otros buques de la marina española y francesa».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
viernes, 27 de diciembre de 2024
La música de un acordeón me llegaba desde los merenderos
«Después de comer me quedé dormida en la arena junto a la media sandía sobrante, y dentro del sueño la música de un acordeón me llegaba desde los merenderos y oía las risas de mis hermanas, que resonaban en el sueño como dentro de una cámara neumática, y allí oía también el llanto desgarrado de un niño. Nunca he querido saber por qué el llanto de aquel niño a lo largo de mi vida se ha fundido con el de mi hijo cuando me lo arrancaron de los brazos para llevárselo a España. La voz de mi madre que me decía «Despierta, Conchín, que vamos a perder el tren. Tenemos que volver a casa» era la misma voz que me decía que volviera a España cuando estaba en Nueva York. Mi cabeza está llena de niños llorando. He cantado para olvidar sus gritos».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
miércoles, 25 de diciembre de 2024
Ha nacido Jesús, qué pena, en un establo
¡Alégrate, pastor!
Ha nacido Jesús,
es nuestro Redentor.
lunes, 23 de diciembre de 2024
Transportaban una paella hacia la mansión de aquel señor gordo
«Unos criados transportaban una paella hacia la mansión de aquel señor gordo, que la esperaba en la puerta con los brazos abiertos. Cuántas veces se lo conté a Blasco Ibáñez. Algunos decían que era un escritor muy conocido que se había batido en duelo y se había salvado porque la bala le dio en la hebilla».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
sábado, 21 de diciembre de 2024
Un emparrado con cañizos, llamada la Carmela
«A mi lado también se bañaban y hacían castillos en la arena unos gitanillos desnudos con el sol dentro de su cuerpo mojado. Sobre una manta extendida cerca de la orilla, mi madre abrió la sandía, que salió muy roja, y me felicitó y me dijo «hija, qué buena vista tienes», y nos pusimos a comer. Sentía los labios inflamados con un sabor salado, y los hombros y las piernas quemados. Recuerdo que de una casa de comidas, un emparrado con cañizos, llamada la Carmela».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
jueves, 19 de diciembre de 2024
Allí en la arena había muchos carros de labranza
«Allí en la arena había muchos carros de labranza y tartanas de los huertanos que habían aprovechado el día de fiesta para pasarlo al lado del mar. Algunos caballos estaban en el agua y los relinchos se fundían con el sonido del oleaje que se batía llenándolos de espuma. Creo recordar que había cumplido diez años cuando me bañé por primera vez en el mar con un camisón blanco que se me pegaba a la carne al salir del agua».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
martes, 17 de diciembre de 2024
En la estación de Pont de Fusta cogimos un tren
«Era el día de San Pedro, un 29 de junio. Íbamos cargadas con unas tarteras llenas de longanizas con tomate y una sandía, que yo acababa de robar esa misma mañana en un melonar que había cerca de casa. En la estación de Pont de Fusta cogimos un tren de humo o eléctrico, no lo recuerdo muy bien, que a través de la huerta entre tablas de hortalizas plantadas en hileras de todos los colores llegaba al Grao con una parada en la Malvarrosa».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
domingo, 15 de diciembre de 2024
Esa imagen la llevo siempre asociada a la primera vez que mi madre me llevó con las hermanas a la playa de la Malvarrosa
«La única espina que no he logrado arrancar de mi corazón ha sido la de haber dejado que se llevaran de Nueva York a mi hijo con apenas unos meses. Todavía lo sueño envuelto en pañales en brazos de mi madre, como si me lo hubieran robado, alejándose en el barco, y yo llorando, porque no supe enfrentarme a la tentación de ser una gran estrella contra mi instinto maternal, que me impulsaba a echarme al agua a seguir la estela de aquel barco. Ahora mismo se me han saltado las lágrimas. No sé por qué esa imagen la llevo siempre asociada a la primera vez que mi madre me llevó con las hermanas a la playa de la Malvarrosa».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
viernes, 13 de diciembre de 2024
Porque se nota que has comido demasiadas paellas en Valencia
«De todas las maledicencias que había oído decir de mí, la que más me hería era la que me hacía culpable de la suerte que había corrido Miguel de Molina, pero tal vez aún me molestaba más lo que el propio cantaor me dijo un día como una gracia cuando todavía éramos amigos del alma y él, según decía, me adoraba. «Conchita, cantas como los ángeles, pero te mueves mal en el escenario porque se nota que has comido demasiadas paellas en Valencia». Qué gracioso».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
miércoles, 11 de diciembre de 2024
En un taller cerca del mercado de San Pedro Nolasco
«Mi madre trabajaba de costurera en un taller cerca del mercado de San Pedro Nolasco y allí, cuando aún no había cumplido seis años, yo cantaba esos cuplés de pie en una mesa y las oficialas y aprendizas del taller me hacían el coro».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
lunes, 9 de diciembre de 2024
Las jotas valencianas con una guitarra bajo las parras de alguna barraca de la huerta
«En la escuela de monjas, a la que entraba por la puerta trasera como todas las niñas pobres con un babero a rayas, aprendí a coser y a rezar. Cuando era niña, las flores olían mucho más fuerte, de otra manera; siempre será un misterio cómo olían las rosas que llevábamos cantando a la Virgen el mes de mayo, venid y vamos todos con flores a María, luego las campanas y las tracas en las fiestas de verano, las jotas valencianas con una guitarra bajo las parras de alguna barraca de la huerta cuando íbamos de paella, pero a mí me gustaban más los cuplés que cantaban Raquel Meller y la Fornarina».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
sábado, 7 de diciembre de 2024
También me dijo que me bautizaron en la iglesia de Santa Mónica
«Mi madre siempre me había dicho que nací en el año 1906, tal vez, no estaba segura, ella lo tenía que saber, pero a lo mejor es que éramos tan pobres que no teníamos ni un calendario en la cocina. También me dijo que me bautizaron en la iglesia de Santa Mónica, a doscientos pasos de casa en la calle Ruaya, en el barrio de Sagunto, eso es cierto, y que escupí la sal que el cura me puso en la boca, pero no lloré; ahí se ve cómo empezó mi rebeldía».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
jueves, 5 de diciembre de 2024
Los marines de la VI Flota, recién apeados del navío, regalaban chicles a los niños españoles
«Entre las canciones de Conchita Piquer que sonaban en las tabernas de los puertos, los marines de la VI Flota, recién apeados del navío, regalaban chicles a los niños españoles para que aprendieran a rumiar como las vacas de Oklahoma y luego invadían los barrios chinos donde hacían correr el dólar por sus tugurios color de rosa, y nuestras prostitutas autóctonas tuvieron que chapurrear el inglés con objeto de cerrar el trato. El precio de la carne femenina subió varios enteros y la blenorragia ibérica, transportada por aquellos defensores de Occidente, cogió un aire internacional».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
martes, 3 de diciembre de 2024
Y los elegantes se sentaban en el taburete de las nuevas cafeterías
«El público admiraba los fabulosos muslos de Silvana Mangano metidos en el pantano de la película Arroz amargo, y los elegantes se sentaban en el taburete de las nuevas cafeterías y pedían un ginfizz, cubalibres, gin-tonics, whiskies con soda, martinis y camparis, bebidas que ya no compaginaban con los pasodobles, coplas y romances. Sin embargo, la voz de la Piquer aún resistía frente al mundo moderno que doblaba por la esquina».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
domingo, 1 de diciembre de 2024
Fumando tabaco de la saca liado con papel Bambú
«En la soledad de las altas noches estrelladas, las madres ibéricas zurcían calcetines iluminadas por bombillas de treinta vatios, ponían parches en la culera de los pantalones de los maridos y volvían del revés el pardo abrigo costroso que llevaba en sus forros diez inviernos y toda una guerra civil. Las mujeres españolas también callaban como los hombres para oír el parte de Radio Nacional, ellas con la aguja en el dedal, ellos con la colilla en la comisura de la boca, fumando tabaco de la saca liado con papel Bambú. El silencio era un sello pegado a los labios».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
viernes, 29 de noviembre de 2024
Y el culo en la pared de la iglesia viendo pasar una procesión
«El tiempo en la posguerra se desenvolvía entre el hambre y el miedo en aquellas tardes ateridas de la autarquía, los domingos en el pueblo con las manos en los bolsillos y el culo en la pared de la iglesia viendo pasar una procesión».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
miércoles, 27 de noviembre de 2024
Miguel de Molina abandonó la capital para refugiarse en Valencia
«Miguel de Molina abandonó la capital para refugiarse en Valencia. Sus amigos le aconsejaron que no asomara la jeta porque le iban a pegar tres tiros, pero él era un artista y después de un año de andar escondido se empeñó en volver a Madrid para presentar un espectáculo, como empresario, en el teatro Cómico. Había que arriesgarse para no morir de hambre. Como era de esperar, la noche del estreno se armó un escándalo. El patio de butacas se llenó de insultos a cargo de unos falangistas al grito de «¡no queremos rojos ni maricones!» y a partir de ese momento empezó su persecución, que no cesó hasta echarlo del país».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
lunes, 25 de noviembre de 2024
Habría niñas como era ella entonces, cantando «La tarara» mientras saltaban a la comba
«Ahí vendrían las noticias del final de la guerra, con fotos de los desfiles de las tropas de Franco, aunque no de los fusilamientos que tenían lugar en el barranco del Carraixet, donde ella había ido muchas mañanas de primavera a buscar espárragos silvestres. También imaginaba que por todos los pueblos de la huerta habría niñas como era ella entonces, cantando «La tarara» mientras saltaban a la comba».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
sábado, 23 de noviembre de 2024
Imaginó el vientecillo que en esos días de Pascua corría por el cauce del Turia
«Desde Sevilla, Conchita Piquer imaginó el vientecillo que en esos días de Pascua corría por el cauce del Turia, por la playa de la Malvarrosa y también por la huerta de Benicalap, donde el cielo azul de su infancia estaría lleno de cometas hechas con papel de periódico de Las Provincias o El Mercantil Valenciano».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
jueves, 21 de noviembre de 2024
¿Tú crees que los curas me dejarán cantar la canción de «La Maredeueta»
«—¿Tú crees que los curas me dejarán cantar la canción de «La Maredeueta»? —le preguntaba la Piquer a su hermana.
—Vete a saber. Lo mismo te meten en la cárcel.
—Si algún canónigo trabucaire la considerara blasfema, dalo por seguro —decía el torero, que ahora ya se había convertido en su apoderado».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
martes, 19 de noviembre de 2024
Conchita Piquer se enteró de que el 30 de marzo de 1939 las tropas nacionales habían entrado en Valencia
«Conchita Piquer se enteró de que el 30 de marzo de 1939 las tropas nacionales habían entrado en Valencia y que se había sacado la imagen de la Virgen de los Desamparados del Ayuntamiento, donde había estado guardada para que las hordas no la destruyeran, y que se había celebrado en la plaza principal una misa de acción de gracias por la victoria, con todo el público arrodillado a los pies de la patrona de la ciudad».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
domingo, 17 de noviembre de 2024
Para que lo enterrasen junto al de su marido Pascualet en el cementerio de Benicalap
«Una mañana de abril de 1937 estaban sentados los tres —Conchita, su hermana Anitín y el torero Márquez— en un bar de la Campana cuando de repente la Piquer se echó mano a la garganta como si se ahogara y exclamó:
—Acaba de morir nuestra madre.
—Pero ¿qué dices? No puede ser, por Dios.
—Sé muy bien lo que me digo. Lo he sentido aquí, es un presentimiento.
La noticia de que en Madrid había muerto la señora Ramona llegó poco después. Conchita no supo si fue solo de pena, si la agonía fue larga o si falleció de repente. Cuáles fueron sus últimas palabras lo supo terminada la guerra, cuando se lo contó su hermana Carmen.
—Murió con tu nombre en los labios, delirando recuerdos del barco que os llevó a Nueva York, de un paseo por Central Park, palabras entrecortadas en valenciano que contaban cosas de la huerta.
—¿Cómo fue?
—Se fue muy tranquila, sin sufrir, pero con mucha pena por lo que estaba pasando. Murió de tristeza al ver que para vivir teníamos que vender los muebles más valiosos. Por eso la casa está medio destartalada.
—¿A qué hora murió?
—Hacia las once de la mañana del 3 de abril.
—Fue el momento en que sentí el ahogo en la garganta —dijo Conchita Piquer.
Antonio Márquez había tomado las riendas de la familia y propuso iniciar gestiones para llevar el cadáver de la señora Ramona a Valencia para que lo enterrasen junto al de su marido Pascualet en el cementerio de Benicalap, pero enseguida hubo de desistir, porque los dos habían sido sepultados en una fosa común. Y en ese momento la señora Ramona llevaba meses enterrada en el cementerio de la Almudena».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
viernes, 15 de noviembre de 2024
Miguel de Molina hizo centenares de funciones benéficas entre bombas y metrallas
«Era un artista muy popular y el correspondiente comité aceptó la idea. Miguel de Molina hizo centenares de funciones benéficas entre bombas y metrallas. Se convirtió en un ídolo del ejército republicano. Así fue como las canciones «Ojos verdes» y «La bien pagá» comenzaron a sonar a lo largo de todas las trincheras republicanas».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent