«Entre las canciones de Conchita Piquer que sonaban en las tabernas de los puertos, los marines de la VI Flota, recién apeados del navío, regalaban chicles a los niños españoles para que aprendieran a rumiar como las vacas de Oklahoma y luego invadían los barrios chinos donde hacían correr el dólar por sus tugurios color de rosa, y nuestras prostitutas autóctonas tuvieron que chapurrear el inglés con objeto de cerrar el trato. El precio de la carne femenina subió varios enteros y la blenorragia ibérica, transportada por aquellos defensores de Occidente, cogió un aire internacional».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
Marineros de la VI Flota en el puerto de Valencia. 1954
Subida por Pilar Martínez Olmos a VAHG
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