«Me acuerdo mucho de Blasco Ibáñez. Yo estaba en el puerto de Valencia cuando, en plena República, trajeron desde Menton su cadáver. Era un buen amigo, la verdad. Más de cinco años hacía que había muerto. Estoy viendo el acorazado Jaime I, buque insignia de la armada española, adornado con gallardetes y banderas, al que daban guardia de honor otros buques de la marina española y francesa».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
Llegada de los restos de Blasco Ibáñez a Valencia
Crónica. 5 de noviembre de 1933
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