martes, 13 de febrero de 2024

Él me daba unas monedas y me volvía a pie a Benicalap

«Cuando paré, me dijo: «Vente el domingo». Me dio un duro, pero yo no le conté nada a mi madre. Y me lo guardé en el bolsillo. Y así me tuvo aquel señor cuatro domingos. Iba, cantaba, él me daba unas monedas y me volvía a pie a Benicalap. Y a la cuarta vez me dijo el señor Sogueros: «Que venga tu madre, que quiero hablar con ella». Así que tuve que confesar. Fue mi madre y él le dijo: «A esta niña hay que meterla en una academia». Mi madre, como buena costurera, le estaba confeccionando el traje de primera comunión a la hija de un huertano, el más rico del pueblo. «Pruébate este traje tan bonito, a ver cómo te queda», me dijo. Y con el traje de primera comunión de una niña rica me presenté en el teatro Sogueros en una matinal de domingo para repetir el número de la pulga que había tenido tanto éxito».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Huerta de Benicalap

Todocolección

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