«¿Podremos nunca olvidar las madrugadas en que bajábamos desde las tierras altas? [ ... ]
El sol comenzaba a esparcir su clara lumbre sobre los naranjales. Era tibio el ambiente de la mañana, el azahar ponía un grato, tenue perfume en el aire. Íbamos desde la casa solariega del pueblo hacia la vida libre del estudiante. ¡Cuántas veces hemos visto al pasar por los claustros de la Universidad, al buen Luis Vives de bronce con su boina, colocado en medio del patio! iQué muchedumbre de recuerdos los de esta hermosa y clara ciudad! Allí estaban las tiendecillas de los libreros de viejo [ ... ]; allí la Biblioteca Universitaria siempre desierta, siempre solitaria [ ... ); allí las fiestas ruidosas, populares y las enramadas de juncias y mirtos por las calles; allí los extensos paseos por la huerta, en las tardes plácidas y largas de la primavera; y el atalayar del soberbio panorama desde el Miguelete ...»
Valencia
José Martínez Ruiz "Azorín"
Vista desde el Miguelete
Todocolección
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