«Ya en la calle, Bruno Dampierre se dejó llevar por la inercia del deambular urbano y pronto fue atrapado por el laberinto del trazado medieval del centro histórico de Valencia. Exactamente como había hecho la víspera, solo que la noche valenciana te somete a una especie de imán que suele acabar, lo quieras o no, en el barrio del Carmen».
La cruz de los ángeles
Antonio Lázaro
Atzucac de la calle Garcilaso
Todocolección
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