«Las putas a esa hora del día todavía dormían, pero en la primavera algunas ya estaban sentadas al sol en la calle o en los balcones y entre ellas se peinaban o se despiojaban. Los viernes pasaba primero por la iglesia del Patriarca. Me imbuía de incienso y gregoriano, recibía unas caricias del confesor, sentía el silencio perenne del caimán en mi mente, respiraba el sonido del órgano sobre la lividez de unos cuadros del divino Morales y luego entraba en las podridas calles del barrio chino».
Tranvía a la Malvarrosa
Manuel Vicent
El barrio chino. 1972
Joaquín Collado
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