«El colegio del Patriarca era uno de los espacios interiores que cultivé en aquellos años y su estética había comenzado a dorar mi alma, pero a los tres meses de llegar a Valencia la vieja gabarra de la academia Castellano fue derruida para levantar el hotel Astoria y el nuevo edificio ahora estaba en la calle Guillén de Castro, así que para ir a clase tenía que cruzar el barrio chino todas las mañanas. Al llegar a la plaza del Caudillo seguía hasta la Avenida del Oeste, y por detrás del mercado central me adentraba en un laberinto de callejuelas, Torno del Hospital, Vinatea, Poeta Llombart y otros nombres míticos en el camino de la perdición».
Tranvía a la Malvarrosa
Manuel Vicent
Vista aérea del entorno del Mercado Central. 1935
http://valenciadesaparecida.blogspot.com/2016/10/
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