«La gente realiza las últimas compras para la comida de Nochebuena. Manadas de inquietos pavos llegan, como todos los años, a las plazas de los pueblos. Los niños y los mozos cantan aguinaldos con peroles, cántaros, zambombas y botellas de anís. Al pie de los guardias de circulación crecen dádivas de los automovilistas: embutidos, botellas, tabletas de turrón, latas de conserva, paquetes de mantecados o de alfajores.
Teófilo y Visitación hacen horas extras atendiendo los pedidos de sus mejores clientes y reponiendo género en los estantes de la tienda, especialmente el anís y los mantecados, la sidra El Gaitero y el salchichón. Como es Navidad se vende mucho el chocolate soluble. Hay dos marcas que se hacen la competencia en el mercado: el Cola-Cao y el Caobania.
—Alguno de los dos se quedará con el mercado —señala Teófilo a Visi, porque mercado para los dos no hay. Esto solamente lo pueden comprar los ricos».
De la alpargata al Seiscientos
Juan Eslava Galán
No hay comentarios:
Publicar un comentario