«Recuerdo un sencillo bautizo, con la presencia de mi tío Paco "el Gallo", y mis dos primos Paco y Miguel, y una gran bolsa de peladillas y "roñosas", una especia de caramelo duro con picos, que producía cantidad de chichones en la chiquillería que acudía a la puerta de la iglesia y perseguía a la comitiva esperando la lluvia de caramelos.
Los chiquillos siguieron acosando a los padrinos para que siguieran tirando. No nombro a los padrinos por que no los recuerdo. Los niños seguían reclamando más "roñosas" cantando este reclamo :
"¡Padrí ronyós
ha parit un gos,
madrina ronyosa
has parit una gosa...!"».
Vivencias de juventud
Francisco Marcos Hernández
Bautizo. Años 60
Calle del Almudín
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