«En la esquina de enfrente, estaba la barbería, donde por una peseta, te hacían un "pelao" al rape con francheta. El barbero era el practicante oficial sanitario, igual te ponía una inyección, que te hacía una sangría, o te endosaba unas "sangoneras" (sanguijuelas), y también decían que había sacado más de una muela».
Vivencias de juventud
Francisco Marcos Hernández
Barbería en la plaza de las Escuelas Pías con la calle Balmes, al fondo la iglesia de la calle Carniceros
Archivo de Rafael Solaz
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