domingo, 14 de julio de 2024

Sus habitantes descansaban en las puertas de sus viviendas

«La caída de la tarde traía otro tipo de atmósfera al Grao. Sus habitantes descansaban en las puertas de sus viviendas o jugaban a las cartas en las improvisadas terrazas que montaban las cantinas. La brisa levantaba la arena rojiza, que, junto a algún tipo de reflejo del mar que Eugenio no alcanzaba a comprender, teñía aquel lugar de un mágico color rosáceo. El inspector ya no se sentía un forastero. Se sentía un astronauta en un planeta ajeno».

Nadie corre más que el plomo

Ignacio Marín

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A la fresca. Años 50

Fotógrafo minutero

Todocolección

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