«A primera hora del lunes, Sara desayunaba en compañía de su hermana y de Pepe mientras actualizaban los pasos que iban a dar ese día. Lo más urgente era depositar en el Banco de Valencia, la décima llave encontrada el sábado en la Plaza de Toros. No podían arriesgarse a estraviarla o que cayera en otras manos no deseadas. Aprovechando que su Tía Rosa y Miguel habían conseguido dar con la onceava llave, se reunirían en una cafetería cercana a la sucursal del banco en la calle Pintor Sorolla».
Las doce llaves
Vista del Banco de Valencia desde una azotea. 1941
Todocolección
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