«Cuando aquellas piezas se secaron en el interior del viejo chalé, bastó un viaje con otra furgoneta de alquiler y tres sacos de arpillera para sacar todo el material de allí y abandonarlo, de noche, en el inmenso vertedero ilegal que se extiende en uno de los márgenes de la V-30 , junto al nuevo cauce del Turia. Sabe que, cada seis meses más o menos, las excavadoras del Ayuntamiento limpian la escombrera y los restos terminan en máquinas trituradoras o, la mayoría de las veces, directamente en los vertederos de inertes. Hasta la fecha, nunca se ha encontrado allí resto humano alguno. Al menos que él sepa. Y tiene métodos para enterarse de esas cosas».
El silencio del pantano
Juanjo Braulio
Vista aérea del nuevo cauce del Turia. 1979
Levante EMV
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