«Las campanas del Miguelete irrumpieron con su ensordecedor y armonioso sonido anunciando las doce en punto, mientras los ocho miembros del Tribunal salían de la Casa Vestuario en compañía del alguacil y hacían su aparición abriéndose paso entre los presentes para tomar asiento cada uno en su sillón identificativo y, rodeados de una pequeña verja de metal concediéndoles cierta intimidad bajo la Puerta gótica de los Apóstoles, se disponían a empezar el juicio».
Las doce llaves
Plaza de la Reina
Todocolección
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