«Y del amor y desamor, entre la pérdida y el reencuentro establecido con su amante, extrajo el maestro Penella toda la inspiración de la canción «La Maredeueta», cuya letra, de José Santonja, narraba el juego de un escultor y su modelo, una confusión de la imagen con la realidad que termina con una súplica desgarrada a la Virgen de los Desamparados que rompe la ficción:
Era un huerto alegre cuajado de flores,
en la vega hermosa que el Turia acaricia.
Era un nido eterno, de los ruiseñores,
jardín encantado de toda delicia.
Allí en la barraca nació Viçenteta,
que a las mismas flores envidia les daba,
y allí cierta noche dio cita indiscreta
a un humilde artista que fiel la adoraba».
Retrato de una mujer moderna
Manuel Vicent
No hay comentarios:
Publicar un comentario