«Cenaron en una pequeña y agradable pizzería de Conde Altea disfrutando de una suculenta comida y de un buen vino. La velada transcurrió sin apenas darse cuenta, cargada de risas, gracias a la buena compañía, recordando escenas del colegio, viejos profesores y antiguos alumnos. El cansancio de Sara se había evaporado y en esos momentos hubiera dado la vuelta al mundo si Amparo se lo hubiera pedido».
Las doce llaves
María Villamayor
Inauguración de la calle del Conde Altea. 1923
Archivo Municipal
https://valenciablancoynegro.blogspot.com/
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