«Comieron relativamente rápido, y cuando Tía Rosa sirvió el café, se sentó en el borde del sofá y con la expresión de su cara mucho más sosegada, inició la conversación tan esperada. Sara y su hermana Alejandra la escucharon ansiosas.
—Éramos una familia, humilde, pero bien acomodada. Vivíamos en pleno centro de Valencia. Concretamente en la calle María Cristina».
Las doce llaves
María Villamayor
Avenida María Cristina
Todocolección
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