«—¿Ya lo tienes claro? —preguntó Sara mirando el reloj.
—No sé —respondió dudoso—. Creo que al final me quedaré con los dos —terminó de decir Lluís haciendo una seña al hombre de detrás del mostrador y entregándoselos para que se los cobrara—. ¿Cómo vamos de tiempo?
—Un poco justos —respondió Sara con claros signos de ansiedad—. Hemos quedado a las seis de la tarde y faltan veinte minutos.
—Tranquila… —añadió el joven intentando calmarla—. De aquí a la calle Navellos si vamos deprisa en un cuarto de hora nos plantamos.
En cuanto Lluís recibió el cambio salieron disparados hacia una de las puertas. Pasaron por el Museo Pío V y cruzaron el puente de la Trinidad».
Las doce llaves
María Villamayor
Puente de la Trinidad y cauce del Turia. Años 50
Todocolección
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