«Anduvo algunos metros hasta la pensión que le habíamos recomendado, situada en el segundo piso de uno de aquellos edificios ocres y polvorientos tan habituales en el centro. Subió las escaleras de terrazo haciendo crujir la arena, protagonista discreto de todas las escaleras, de todas las casas, de todas las calles de aquel lugar.
Empujó la puerta entreabierta y recibió una nueva bocanada de humedad, combinada esta vez con olores a lejía, suavizante y tubería. Una mujer de facciones amplias y poderosas salió a recibirle. Aunque aún era joven, el cabello castaño ya se veía atravesado por alguna cana. Su presencia era fuerte y orgullosa, como una tormenta al anochecer. Ana paladeaba cada palabra con un ligero acento del Levante».
Nadie corre más que el plomo
Ignacio Marín
https://www.amazon.es/Nadie-corre-m%C3%A1s-plomo-Narrativa-ebook/dp/B0CLDD24FS
No hay comentarios:
Publicar un comentario